José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

12 Feb, 2018

GM, luego FChrysler, Audi y ahora Mercedes

 

Algo raro sucede en la industria automotriz en México. Las armadoras arrojan datos de ventas que resultan ser poco precisos o, en el peor de los casos, ni siquiera dan a conocer sus ventas.  La semana pasada la industria, a través de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), reveló sus ventas domésticas de enero en conferencia de prensa, y ese mismo día tuvieron que ajustarlas debido a que Fiat Chrysler se había equivocado en el reporte de enero, no por dos o tres vehículos, sino por ¡45 mil! ¿Se pueden contabilizar mal 45 mil vehículos? Se antoja muy, muy difícil, pero sucedió.

AUDI, POR FIN SE DIGNÓ A DAR DATOS

Pero no fue el único problema con el que lidiaron la AMIA y la AMDA. Resulta que la automotriz alemana Audi no quería dar a conocer sus ventas en México. Y fue hasta este enero cuando, por fin, la armadora alemana se dignó a dar a conocer sus datos. Audi es una marca de lujo conocida y consumida en México, a la que además, el estado de Puebla junto con el gobierno federal, le brindaron facilidades para venir a producir al país, en lo que incluso han llamado la Ciudad Audi en Puebla.

Bueno, pues la marca de lujo perteneciente a Volkswagen no había querido divulgar información sobre su producción y ventas en México, lo cual es totalmente injusto para toda una actividad, las autoridades y el consumidor, y genera la proclividad de prácticas contables oscuras en el país.

MERCEDES Y BMW SIGUEN, LE ECHARÍAN LA CULPA A COFECE

Audi no es la única armadora alemana que ha tenido estas prácticas. Junto con BMW y Mercedes Benz, las tres armadoras alemanas están dejando de brindar información a la industria en un acto contable oscuro y desleal para todo el sector y el consumidor. Por ejemplo, Mercedes Benz, que tiene un gran mercado de vehículos pesados, como autobuses y camiones. Asociados a su marca tiene a líderes como Mercedes o Freightliner. Nos informan que esta marca alemana estaría echándole la culpa a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), presidida por Alejandra Palacios, de no poder dar información a la industria porque podría ser considerado como información para ponerse de acuerdo con BMW u otras marcas.

Sinceramente, nada más alejado de la realidad. De ser así, que Mercedes Benz se consiga otra excusa. La actual Cofece lo que está haciendo es investigar prácticas de colusión, para evitar prácticas monopólicas absolutas o relativas, pero el dar información al mercado no es colusión, es un tema de transparencia para poder competir. Colusión es ponerse de acuerdo en privado, en lo oscurito. Aquí, señores de armadoras alemanas como Mercedes, BMW o incluso Audi, no le vayan a echar la culpa a la Cofece de no estar dando información. El no dar información de ventas podría tener varios efectos negativos para la actividad económica. Primero, si una empresa no da información puede estar evadiendo al fisco. Segundo, puede estar dando versiones falsas a la industria sobre proveeduría o insumos. Tercero, puede estar engañando al consumidor final.

GENERAL MOTORS, AL FINAL HIZO BIEN

Primero fue General Motors la que confirmó un ajuste en sus ventas. Debemos decirlo: GM asumió su responsabilidad con el SAT y cambió su metodología. Presidida por Ernesto Hernández, GM asumió el costo de revelar sus ventas reales, al bajar del segundo al cuarto lugar de ventas. Nada fácil. Resulta que, anteriormente, GM contabilizaba como vendidos todos los modelos facturados, aunque no fueran entregados. Y ahora con los cambios del SAT (a cargo de Osvaldo Santín), se obliga a tener una coherencia entre las facturas y los vehículos verdaderamente vendidos. GM vio caer sus ventas en enero en 8.8%, cuando había logrado ser la segunda marca con más vehículos vendidos durante 2017. Ahora está enfrentando el descenso en ventas, pero a su favor: Está siendo transparente con el SAT, con los consumidores y con la industria.

FIAT CHRYSLER, UN MISTERIO CONTABLE

Después vimos el extraño caso de Fiat Chrysler. La armadora estadunidense, a cargo de Bruno Cattori, parecía con un buen inicio de año; el nuevo Jeep Cherokee con buenas ventas, su nueva Ram 1500 también al alza. Incluso, Cattori comentaba que dichos vehículos habían sido presentados en el Autoshow de Detroit con buenos resultados. El problema fue cuando Fiat Chrysler, al dar a conocer sus cifras de ventas, se equivocó terriblemente, con un número muy elevado. De haber dicho que en enero vendió 96 mil 432 vehículos, tuvo que salir a ajustar dicha cifra para decir que realmente había vendido 50 mil 773 en enero. Es un caso sumamente extraño, que a cualquiera de esa empresa le pudo haber saltado un brinco de esa magnitud. Total, el ajuste fue hecho a la AMIA y AMDA, las cuales tuvieron que dar la cara con el dato de ventas al público en enero.

¿Por qué pudo Fiat Chrysler equivocarse tan fuertemente en su contabilidad de ventas? Usted saque sus conclusiones. En efecto, pudo ser un garrafal error contable, que la misma empresa reconoció. O algo más. El caso es que fueron casi 46 mil vehículos de diferencia, entre la primera cifra de ventas y la ajustada. Así está la industria automotriz en México.

 

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