Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

8 Sep, 2023

Xóchitl Gálvez y el tipo de cambio

¿Quién asesoró a la candidata del Frente? La respuesta es, seguramente un enemigo en su equipo, porque sólo así se explica que pida al Banco de México que baje la tasa de interés para propiciar una devaluación del peso.

La subvaluación de una moneda, es decir, cuando el valor de una moneda es artificialmente bajo en comparación con otras monedas, puede parecer factor de competitividad para una economía, ya que hace que los productos y servicios exportados sean más baratos para los compradores extranjeros.

Sin embargo, el peso está permanentemente en equilibrio, según el monitor cambiario del FMI. Si el peso estuviera sobrevaluado (superpeso), las cuentas externas lo reflejarían, particularmente por una caída en exportaciones y en las operaciones con remesas y, eso no está ocurriendo. ¡Vamos!, hasta Pemex tuvo ganancias cambiarias porque importa más de lo que exporta (al menos hasta el segundo trimestre). Lo expresado por Gálvez no sólo demuestra el desconocimiento de la política monetaria y cambiaria mexicana, lo que resulta preocupante de alguien que aspira a gobernar nuestro país, pues si hay algo que el mundo empresarial nacional e internacional reconoce es entre los pocos logros institucionales que no han sido transformados por el gobierno de López Obrador,  la autonomía de Banxico y mantener un régimen cambiario flexible.

Bloomberg cita que, en entrevista, Gálvez considera que el superpeso es perjudicial para la economía” y argumenta “que la moneda está siendo apuntalada de manera artificial por las tasas de interés récord del banco central”. Agrega que el “superpeso tiene que ver con las altas tasas de interés en nuestro país y no está siendo del todo positivo para la industria de la exportación”, por lo que “creo que lo que debemos tener es un peso que realmente represente lo que está pasando económicamente”.

¿Qué desconoce con esas palabras la virtual candidata presidencial frentista?: que desde diciembre de 1994 el régimen cambiario es flexible y se fija de acuerdo con la oferta y demanda del mercado y que la autonomía de Banxico estriba en que no concede crédito al gobierno para financiarse y tampoco le permite manipular el tipo de cambio.

Mire, cuando no se tiene un régimen flexible, se facilita la inducción de devaluaciones para mantener ventajas de exportación altas. Eso se sanciona en el FMI porque se considera una práctica desleal. Una devaluación inducida de la moneda puede conducir a elevar más la inflación, ya que aumenta el costo de las importaciones. Los bienes exportados pueden valer más, pero en un entorno competitivo, lo importante es la combinación de calidad, productividad, oportunidad y precio, para que un producto o servicio se gane un porcentaje de mercado externo, no la apreciación o depreciación coyuntural de la moneda.

En cuanto a las tasas, en México, la inflación está bajando y aun cuando la Fed pudiera subir su tasa de referencia el 20 de septiembre, la Junta de Gobierno de Banxico podría decidir mantener o bajar la tasa, si la información disponible les demuestra que continúa la caída sólida de la inflación subyacente, no porque Xóchitl Gálvez discuta una política que sólo es cuestionada por analistas que tienen los dedos sangrando en la puerta, ya que equivocaron sus predicciones y por las pérdidas acumuladas en sus mesas cambiarias que apostaron a la devaluación del peso en este 2023.

Si Gálvez no entiende que en el mercado cambiario las tasas se suben para estabilizar precios o se bajan cuando existen condiciones de desaceleración económica que se necesitan contener, entendería que una baja no necesariamente elevará la competitividad de las exportaciones de forma duradera.

Por ello sugiero se apoye en José Ángel Gurría para dar este tipo de entrevistas o respuestas al vapor, pues él era el secretario de Hacienda a finales de los 90, cuando se había definido la adopción del régimen cambiario flexible y se consolida la Comisión de Cambios para que la moneda se fije por las operaciones de mercado no por inducciones monetarias o fiscales. La tasa bajará si la inflación baja. Esperemos que no baje, porque la economía se desacelera.

 

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