¿Preocupado por saber quién ganará hoy?

Si bien cada cuatro años sucede lo mismo, esta vez parece que el espectáculo brindado por la clase política de Estados Unidos y sus ciudadanos ha atraído aquí, con mucho, a más mexicanos que en elecciones anteriores.

De repente, como malas hierbas en terreno agrícola después de la lluvia, han surgido en México miles de especialistas en el proceso electoral de aquel país; con una facilidad que asusta y preocupa, hablan, con la seguridad que sólo da la ignorancia, de temas como el voto popular y los votos electorales. También, de los estados swing que decidirán —según ellos— la elección de hoy.

*

Total, a querer y no, estamos viendo un espectáculo fársico en el cual, a los pocos verdaderos especialistas conocedores del sistema electoral de Estados Unidos y sus formas de hacer política, se han unido hoy millones de mexicanos quienes, lejos de aceptar su ignorancia, pontifican después de haber intentado —sin éxito, por supuesto— entender lo dicho en un programa de análisis del proceso que hoy cierra una etapa —la emisión presencial del voto— sin haber entendido algo.

Al preguntarles a qué se debe ese interés tan pronunciado en el proceso electoral de aquel país, dada su renuencia permanente a interesarse en la elección intermedia nuestra, nada responden.

Algunos, más como acto defensivo ante el reto planteado, que como expresión de su interés en la política mexicana, lanzan el conocido lugar común de la corrupción de nuestros políticos y la cloaca —así los calificó alguno— en la cual se han convertido desde hace años los partidos políticos y, por supuesto, afirman convencidos, también las instituciones relacionadas con lo electoral.  

Debo aclarar, que en modo alguno soy de la idea de que no debamos interesarnos en los acontecimientos relevantes de la política norteamericana.

Pero lo que me parece ridículo es el rechazo visceral a la política mexicana, el cual pretenden compensar con su interés que es más pose que auténtico. Se interesan en un proceso del cual, hay que decirlo aunque duela, poco o nada entienden los que hoy se nos presentan convertidos, merced en buena medida de las redes sociales, en especialistas en aquel tema.

Por otra parte, pienso que el interés genuino por el proceso electoral norteamericano, para serlo en verdad, debería estar acompañado del interés por lo local. Como diría el colmilludo Thomas Tip O´Neill, “toda política es local”. De ahí pues, que todos los que exhiben hoy un superficial interés en el proceso electoral norteamericano a la vez que rechazan lo que aquí se da en la escena política, no tienen la menor idea de lo que significa —en los tiempos que corren— la política en países interdependientes, como México y Estados Unidos.

Su posición es, para decirlo claro, la típica pose del mamila que quiere lucir informado y conocedor de la que, si uno le rascare tantito a su pedestre visión política, brotaría incontenible el cobre de la ignorancia.

*

Por último, el seudo interés exhibido los lleva a opinar de algo todavía más complejo: ¿Con quién le iría mejor a México: Biden o Trump? Y ahí, al escuchar su respuesta, no pude aguantar la risa.