Al CNET ni lo ven ni lo oyen

A nadie le pasó por alto que Miguel Torruco, el secretario de Turismo, acudió al Congreso del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) de la semana pasada, pero en su discurso no mencionó al organismo ni a sus dirigentes y tampoco se quedó a escuchar sus propuestas.

Según la novela rosa que cuenta Torruco, emulando a Corín Tellado, él llegó y acabó con la corrupción que había en el Consejo de Promoción Turística, luego promovió el turismo con unos productos ancla que son unos museítos irrelevantes y luego ha reposicionado al país con sus viajes tocapuertas, que son su pretexto para pasear por el mundo.

En el decálogo que de forma adelantada lanzó el CNET, pues está preparando otro superdocumento para los candidatos presidenciales, precisamente destaca el restablecimiento del diálogo de las autoridades con el sector productivo y el replanteamiento federal de cara al turismo.

Sin embargo, desde su llegada al poder, López Obrador metió al turismo a la “congeladora” y prácticamente cerró el diálogo con los organismos empresariales del sector.

Por eso fue interesante escuchar las conclusiones de Alejandro Zozaya y Eduardo Sánchez Navarro, ambos vicepresidentes del CNET, pues se refirieron a esas oportunidades que se podrían capitalizar, con una nueva relación con el gobierno federal.

Un ejemplo es lo que está pasando con Mara Lezama, gobernadora de Quintana Roo, quien ha respetado el manejo profesional y técnico del Consejo de Promoción Turística de su estado, que dirige Javier Aranda; además ha abierto el diálogo y les ha facilitado los trámites a los empresarios y mantiene como foco de sus discursos y de sus programas mejorar la vida de los trabajadores y sus familias.

Según Zozaya, hoy existe la posibilidad no de que siga creciendo el número de estadunidenses que llegan a México, sino de que lo hagan en mayor número debido a los cambios en sus patrones de viaje.

Según este empresario, quien vive en Filadelfia, está aumentando el número de estadunidenses que, por lo menos una vez al mes, están saliendo de viaje un viernes para regresar el lunes, aprovechando las ventajas del teletrabajo.

Por ello hace falta promover la marca México y hacer campañas digitales bien organizadas que antes correspondían a Visitmexico, otra de las herramientas a las que Torruco le dio sagrada sepultura, aunque diga lo contrario.

Otro tema importante es el “manejo de crisis”, pues México hoy no tiene una agencia de relaciones públicas que sea capaz de comunicar los temas complejos y de contextualizar los problemas, en los principales mercados emisores de turismos para nuestro país.

Es cierto que hubo errores y excesos en el CPTM, pero “había que quitarle las pulgas al perro, no matar al perro”.

Además, es evidente que sigue haciendo falta un gran aeropuerto en el área metropolitana de la Ciudad de México, pues el Felipe Ángeles terminará jugando un papel regional.

Zozaya planteó la paradoja de que cada vez hay mejores productos turísticos en México, pero que con las limitaciones actuales tendrán que seguirse vendiendo baratos, pues la falta de estrategia gubernamental le resta competitividad al sector.