Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

27 Jul, 2022

Sectur con vista a la bahía de Chetumal

La clase política de Quintana Roo sigue dando por hecho que el gobernador Carlos Joaquín González se quedará en Chetumal, una vez que termine su administración, para conducir desde allí la Secretaría de Turismo.

Una percepción que se reforzó con la respuesta que el presidente López Obrador le dio a un reportero de Quintana Roo la se­mana pasada, cuando dijo en la mañanera:

“Es un buen gobernador, ha hecho buen trabajo y no descartamos que participe con nosotros en el gobierno más adelante (...)”.

Esta respuesta ambigua es para muchos una señal de que él será titular de Sectur por dos razones:

1. Con una secretaría des­mantelada, sin recursos, con un personal no sólo desmo­tivado, sino casi en estado de inanición, esa dependen­cia puede ser atractiva para Joaquín González precisamen­te porque lo colocaría como el político que se llevó a Sectur a Quintana Roo.

La entidad turísticamente más importante de México no sólo tiene, sino que le sobran cuadros para hacer alianzas y conducir la política turística del país.

Muchos de sus personajes en activo den­tro del turismo y la política ocuparon las posiciones más importantes del Consejo de Promoción Turística en su momento.

Eso pasó con Francisco López Mena, quien fue su titular, y en segundas posicio­nes Artermio Santos, hoy principal enlace de los empresarios turísticos con la go­bernadora electa, Mara Lezama, y Javier Aranda, quien opera en ese mismo equipo.

El empresario turístico mexicano más exitoso de los últimos años, Alejandro Zozaya, también salió de Cancún para fun­dar su compañía en Estados Unidos.

Además, organizar la mudanza de la Sectur a Chetumal es una promesa de cam­paña no cumplida por el presidente López Obrador.

2. El titular de Sectur sigue siendo el pre­sidente del Comité Técnico del Fondo Na­cional de Fomento al Turismo (Fonatur), así es que Joaquín González podría apoyar al titular de esta última institución en lo que vaya a ser la inauguración del Tren Maya.

No es que Javier May, titular del Fonatur, esté haciendo un trabajo destacado, pero, además del retraso por los cambios en el esquema de financiamiento, al arranque del proyecto, y luego por el relevo de equipo, el tabasqueño tie­ne todo el respaldo de la Pre­sidencia para librar cualquier escollo político o legal, pero la obra sigue atrasada.

Así es que un titular de Tu­rismo con innumerables con­tactos en el sureste del país, sumaría a la concreción de lo que vaya a ser este proyecto de infraestructura para 2024.

Si con Dos Bocas el go­bierno federal inauguró una refinería sin ductos para el combustible procesado y sin procesar, sería menos ab­surdo un “minitren”.

Probablemente, sólo el Presidente sepa qué sucederá con Joaquín González y la Sectur, mientras los políticos quintana­rroenses siguen animados con esta idea, que, por lo demás, no afecta ni siquiera al propio Miguel Torruco.

Sin presupuesto, programas, licitaciones en marcha o proyectos relevantes, la posi­bilidad de que deje la Secretaría de Turismo está teniendo para él un costo cero.

No es que al funcionario se le esté ago­tando el poder, como le está pasando a Boris Johnson, el frívolo primer ministro de Gran Bretaña, porque, sencillamente Sectur está en el punto más bajo de su historia.

No es exagerado señalar que la depen­dencia ya “tocó fondo” y, si no la cierran, cualquier paso que diera Joaquín González sería para mejorar.

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