Zozaya y su hotel con causa en Isla Mujeres

Mi meta, le dijo el mexicano, es que el próximo año el hotel funcione con el nivel de servicio más alto, sin bajar la tarifa y sin que sigamos firmando cheques, lo que significa que Hyatt lo necesita vender muy bien.

Impression Isla Mujeres tiene 125 suites, está en el Parque Natural Playa El Garrafón, con siete restaurantes, un spa, ocho empleados por cada habitación ocupada, un muelle, y una playa con una “alberca” de agua de mar rodeada de hamacas y tumbonas.

Para inaugurar el que seguramente es el hotel más sofisticado de la llamada Inclusive Collection de Hyatt, la historia es larga y comenzó cuando Diego de la Peña, uno de los primeros hoteleros de Cancún, se asoció con dos empresarios de apellidos Villalobos y Sangri para abrir un hotel en esta propiedad; los primeros no pudieron hacer frente al servicio de la deuda y el primero terminó quedándose con ella.

Durante años fue conocido como el “hotel abandonado”, pero recientemente Alejandro Zozaya, expresidente de ALG, el empresario de Yucatán Jorge Macari y los hermanos Linss de la Peña adquirieron esa propiedad.

Decidieron no demoler el edificio original, para que no creciera la huella de carbono, lo que casi triplicó los costos, pues en la construcción original había vicios ocultos, errores de cálculo y todo ello representó dinero.

Hoy la cifra que comparten es que la llave costó 760 mil dólares por suite y, por tanto, el proyecto, unos 95 millones de dólares. Si la inversión en un hotel de la cadena se recupera en promedio en unos siete años, aquí el plazo se puede ir hasta 20. Pero Zozaya ha hecho grandes negocios en la hotelería y quizá el premio para él y sus socios se dé si realmente Isla Mujeres se convierte en el principal destino de lujo del Caribe mexicano.

El valor de las propiedades de la pandemia para acá más que se duplicó y muchos empresarios importantes han comprado terrenos para hacer sus casas de descanso.

Impression by Secrets, su nombre formal, es el primer hotel de este tamaño que llega operado por una cadena global, sigue estando Zoëtry, de 60, y ya viene un nuevo hotel de la Luxury Collection de Marriot y otro hotel boutique de superlujo.

Además, y quizá es lo más importante para Zozaya, éste será su primer hotel con causa, pues unos dólares de la tarifa serán donados a su fundación Saving our sharks, que este año ya les ha salvado la vida a unos tres mil escualos.

Su propuesta es concientizar a los huéspedes de la importancia de proteger a esta especie, no sólo con su aportación implícita en la tarifa, sino animándolos a bucear con ellos, a hacer donaciones, a adquirir souvenirs y a no consumir ni tiburón ni sus derivados.

Hoy la fundación le está pagando a los pescadores lo mismo que ganaban matando escualos y, además, el hotel les compra sin intermediarios su pesca de otras especies.

En unos años, Isla Mujeres no sólo puede consolidarse como un paraíso de las actividades acuáticas, sino aumentar su calidad de vida y, además, sin problemas de seguridad.