Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

30 Ago, 2018

¿Canadá con un pie afuera?

En las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el gobierno de Enrique Peña Nieto, con Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo al frente, perdieron en media docena de temas para ganar certidumbre en acceso al mercado más grande del mundo, atraer inversiones y generar empleo.

Todavía no se conocen los textos definitivos de lo negociado, “el diablo está en los detalles y la letra chiquita del acuerdo”, dice el clásico, y ya se tiene la percepción de que México perdió en rubros claves como el automotriz, farmacéutico, petróleo, laboral y, el más importante: solución de controversias.

Pero el dilema de fondo que va a medir el tamaño del daño o la ganancia para el país la vamos a conocer hasta mañana, cuando el gobierno de Canadá, que encabeza Justin Trudeau, decida si se sube o no al acuerdo entre los tres países.

Antes del resultado final hay una controversia jurídica que la Casa Blanca tiene que resolver con el Congreso de su país y se refiere a la llamada Ley de Autoridad de Promoción Comercial (TPA) o fast-track.

El Congreso de Estados Unidos autorizó al presidente Donald Trump a negociar, por la vía del fast-track, un acuerdo entre tres países, un convenio comercial con México y Canadá. Mañana vence el plazo para que este último se suba al barco, pero la moneda está en el aire.

Expertos en legislación americana opinan que si el Ejecutivo informa y presenta sólo un acuerdo bilateral, y no uno trilateral como fue autorizado, el riesgo de que lo bateen es muy alto. Y entonces tendría que darse un nuevo permiso para negociar uno bilateral.

Robert Lighthizer, el titular del la Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos, dice que sí es posible presentar un bilateral para que el Congreso, por la vía del camino rápido, apruebe o rechace el paquete.

Pero hay otras voces, como el presidente del Comité de Finanzas, Orrin Hatch, que aseguran que el TPA debe incluir a Canadá. Sin más. De lo contrario el Congreso puede meterle la mano y modificar el texto de lo negociado entre México y Estados Unidos.

La duda se va a despejar mañana, fecha en que se abre la ventana del fast-track y se decide si Canadá es parte del acuerdo o no. Todas las señales apuntan a que se irá, toda vez que la joya de la corona, el Capítulo 19 de Resolución de Controversias, ya no es parte del bilateral entre México y Estados Unidos.

Para el gobierno de Trudeau el capítulo fundamental del TLCAN es el que se refiere a la solución de controversias, derivadas de la aplicación de cuotas compensatorias, por uno de los tres países y que se dirimen en páneles binacionales o trinacionales, según sea el caso.

Pero tanto la oficina de Lighthizer como la poderosa Comisión de Comercio del Congreso estadunidense, nunca estuvieron a favor de los paneles, porque consideran que una instancia supranacional puede modificar sus políticas antidumping.

CNBV OMISA

No solamente en la Bolsa Mexicana de Valores, que preside Jaime Ruiz Sacristán, hay denuncias de acoso laboral y presiones de su propio director, José Oriol Bosch, y directivos que le acompañan.

En la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que ahora encabeza Bernardo González, también hace aire. Estamos ante una práctica que parece ser el sello de la casa y que se arrastra desde las administraciones de Guillermo Babatz y particularmente de Jaime González Aguadé.

Ahora mismo en la Secretaría de la Función Pública, de Arely Gómez, hay una denuncia de ¡27 exempleados que dejaron sus funciones! Acusan a la vicepresidenta de Supervisión Bursátil, Gloria Paola Fragoso Contreras, de hostigamiento, maltrato y humillaciones.

Los quejosos demandan una investigación para evaluar las razones por las cuales a partir de su nombramiento como directora general de Supervisión de Conducta de Participantes de Mercado, en el 2014, estos servidores públicos abandonaron al regulador, muchos de ellos con varios años: Mónica Alonso Trincado, Flérida Gutiérrez Vidal, Francisco Javier Delgado Morales, Jorge Alberto Sánchez Arenas, Carlos Alberto Ramírez Ramírez, Jessica del Carmen Gamboa García, Citlalli Patricia Ríos Casas, Humberto García Mendiola, Luis Gabriel Gutiérrez Rodríguez, Kenia Estefani Sandoval Aguilar, Andrea Teresa Badial Ruiz, Sergio Humberto Valladares Cedillo, Jannet García Morell, Mariana Espinosa Domínguez, Karina Valencia Serpel, Paula Beatriz Morales Bañuelos, Vicente Vargas González, Elsa Nayeli Arreola Iniesta, Xaime Noriega García, Juan Carlos Félix Olvera, Luis Miguel Sánchez Márquez, Araceli Riancho Horta, Alejandro Pérez Gayosso, José Antonio Flores Zárate, Juan Carlos Olivier Morán, Juan Manuel Ventura Capilla y Gutiérrez, Christian Gastelum y Bryan Lepe Sánchez. Ni la dirección de Recursos Humanos ni el Órgano Interno de Control de la comisión han dicho “esta boca es mía”. Qué vergüenza.

VA FLORES

El Comité Nacional Electoral del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM) ratificó ayer a Victor Flores como secretario general del organismo para el periodo 2018-2024.

Como ya se veía venir, Flores obtuvo el apoyo unánime de los casi 18 mil trabajadores que integran el gremio. Los comisionados especiales del comité e inspectores de la Secretaría del Trabajo ratificaron el cumplimiento con lo establecido en los estatutos que rigen la vida interna del sindicato.

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