David Páramo

Análisis superior

David Páramo

21 Sep, 2023

Cerrar los ojos

Germán Larrea no es un modelo de empresario, tampoco Grupo México un modelo de empresa, sin embargo, de ahí a negarles la razón por detener gran parte de sus trenes y denunciar la tragedia humanitaria que viven los migrantes que cruzan México en condiciones deplorables, debe existir una distancia tan grande como un acantilado.

Su división Ferromex paró prácticamente 40% de su flota de trenes y ayer sólo movió aquellos en los cuales los migrantes decidieron bajarse. El gobierno optó por cuestionar a la empresa, que pierde 40 millones de dólares diarios por el paro, por hacerlo público. No hicieron eso ni cuando los maestros les bloquearon durante meses Michoacán, dijo el Presidente.

Aquí el punto no es, de ninguna manera, la antipatía que puedan tener el empresario con quien hoy es el jefe del Ejecutivo. El hecho concreto que una empresa fundamental para el país está denunciando una tragedia humanitaria que ya les ha rebasado, cuando ellos también son víctimas de la situación que es mucho más grave para aquellos quienes tienen que arriesgar su vida para buscar un mejor futuro.

La concentración del gobierno no debe estar en el director y las prácticas de la empresa, sino en lo que está haciendo el gobierno con un problema de dimensión humana.

 

REMATE GANDALLA

Ha circulado profusamente una carta que le envió Octavio Romero al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el 18 de septiembre que, en opinión del Padre del Análisis Superior, parece la misiva de un estudiante de preparatoria a su papá porque no ha cumplido con el pago de la colegiatura.

El tono es como de reproche y exigencia como si fuera un papá que no está cumpliendo con el pago de la pensión acordada por un juez.

En la carta parece que le está fustigando por no cumplir con sus obligaciones. Le menciona el acuerdo que tomó el Presidente para que la SHCP “quien tenga a bien la revisión y visto bueno de todo el manejo financiero, balance presupuestal y techo de endeudamiento de Pemex en el entorno para el cierre de 2023 y las proyecciones para 2024”.

Le informa, con todo y letras en negritas, que cuatro días antes Hokchi Energy “notificó a Pemex el inicio del proceso de resolución de controversias por falta de pago”. Convenientemente no dice que los incumplimientos son previos a que la SHCP llegara al rescate de la empresa estatal.

Les dice que la deuda supera los 187 millones de dólares y otra vez en negritas que “la empresa exige, además, el pago de intereses legales y costos financieros”.

Y deja caer una bomba amenazante: “Se hace indispensable una reunión urgente con usted y su equipo para revisar éste y los demás requerimientos expuestos en oficios anteriores, toda vez que la situación se complica día con día, ya que es importante recordar que está corriendo el sexto mes de adeudos vencidos con prácticamente todos los proveedores”.

El tono del oficio deja claras varias aristas: Romero considera que la situación de Pemex no es su responsabilidad y más bien es culpa del gobierno que lleva toda esta administración cargando la pesadísima losa de la empresa estatal.

 

REMATE INGRATO

Desde que esta administración se presentó con la comunidad financiera internacional, el director de Pemex y sus cercanos dejaron claro que ellos no estaban al nivel. Muchos siguen riéndose de aquella jocosa definición del Flow cash.

Esta Secretaría de Hacienda ganó el respeto de la comunidad financiera con funcionarios serios y que se han comportado de manera adecuada hasta este momento como el actual secretario Ramírez de la O, así como Arturo Herrera, Gabriel Yorio y Rodrigo Mariscal.

En prácticamente todos los análisis sobre la deuda de México no existe ningún riesgo sobre lo que se denomina como el soberano; sin embargo, casi todos señalan los peligros para las finanzas públicas.

Es tan grande la preocupación de los analistas que en el último Paquete Económico de esta administración se hizo aún más explícito el apoyo a Pemex desde el gobierno federal para evitar dudas y temores, asumiendo totalmente como pasivo del gobierno federal.

Otra arista, quizá menos importante, es la soberbia y prepotencia con la que se hizo este oficio. Quizás alguien podría decir que se trata de un extraño manejo del lenguaje institucional; sin embargo, quienes han visto de cerca la relación y trato del director y principales funcionarios de Pemex al titular y los principales funcionarios de la Secretaría de Hacienda queda claro que dejaron por escrito lo que hacen en privado… Y eso que todos son del mismo equipo.

 

 

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