David Páramo

Análisis superior

David Páramo

13 Sep, 2023

Concentración

Sin duda el punto más polémico del último Paquete Económico de esta administración es el brinco en el déficit público. Casi 5% del PIB o, si lo prefiere, el más elevado desde 1990.

Depende de qué versión escuche podrá ir desde una decisión muy preocupante, que pone en riesgo a las finanzas públicas a partir de 2025, a una acción temporal, que no cambia en el largo plazo la tendencia del déficit público.

Prácticamente todos los analistas y grupos serios consideran que podría resumirse con lo que algún director de banco le dijo al Padre del Análisis Superior: “Se volvieron locos con las pensiones”. Otro más dijo: “Sacaron la tarjeta de crédito y no tienen miedo de usarla”, y quizá la explicación más profunda: “Parece que este presupuesto no lo hizo López Obrador”.

El gobierno había sido excesivamente prudente con el déficit público. No olvide que durante la pandemia se utilizó como mantra decir que no habría apoyos adicionales para no presionar a las finanzas públicas. Ahí están las declaraciones de funcionarios como Arturo Herrera, quien en ese tiempo fuera el secretario de Hacienda.

La idea, que podría ser cuestionable desde el punto de vista de la iniciativa privada, como la Coparmex, que encabeza José Medina Mora, tuvo una gran comprensión. Valía la pena el sacrificio considerando que no habría una crisis económica derivada de la pandemia.

Ante el dato de que México era el país de la OCDE que menos se había recuperado luego de la caída de la economía, la respuesta automática de los defensores del régimen era que no había habido crisis de finanzas públicas.

Sin embargo, para muchos se cayó el viernes esta posición racional. Cuando se ve que el déficit se plantea como el más grande desde 1990 y que gran parte de estos recursos se utilizarán para financiar las obras insignia del gobierno, así como programas sociales, les parece que como dijo ayer el PAS importaron más los votos.

Coinciden prácticamente todos los preocupados en que es correcto el apoyo a Pemex, que mal dirige Octavio Romero, y que si bien no habrá crisis de fin de sexenio, sí para las finanzas públicas en 2025, quien sea el secretario de Hacienda tendrá un panorama muy complicado.

REMATE ELECTORAL

Si gana la elección Xóchitl Gálvez necesariamente habrá una revolución y un cambio básicamente en el uso de los recursos públicos. Si Claudia Sheinbaum triunfa en la contienda buscarán conservar el manejo de las finanzas públicas de esta administración.

No falta quien diga que la pregunta es cuál de las dos estrategias fiscales, ¿la que tuvieron hasta 2023 o la que plantean para 2024?

Sea como sea, la realidad es que los funcionarios de la próxima Secretaría de Hacienda tendrán que regresar muy rápidamente a un déficit de 1.5% como porcentaje del PIB. Para lograrlo pueden tener suerte con una baja en las tasas de interés.

REMATE OFICIAL

El PAS conversó el lunes en Imagen Radio con el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, quien le explicó las razones sobre la decisión del gobierno para la creación de lo que será su último paquete económico.

De entrada, señaló que la deuda como porcentaje del PIB se mantendrá como una de las más bajas del mundo, incluso cerrará en niveles menores al máximo que tuvo en esta administración de 52% del PIB.

Explicó que este presupuesto no necesariamente debe ser visto como de un solo año en lo que se refiere a las obras insignia del gobierno, puesto que se está cubriendo la totalidad del monto que hasta el momento se tiene planeado.

De hecho, muchos analistas consideran que el próximo gobierno no tendrá espacio para obras como las que hizo esta administración. Habrá que esperar que estén terminadas y no siga aumentando su presupuesto.

Sobre el apoyo a Pemex estableció que se trata de una medida que busca dar tranquilidad y certeza a los mercados. Vale la pena destacar que son muchos los analistas que califican como una medida correcta hacer esto puesto que tiene un efecto multiplicador en la incertidumbre económica.

En cuanto al aumento del déficit, que sumado a las necesidades especiales de financiamiento del gobierno federal, superará 5.4% del PIB, señala que se han abierto líneas de crédito que no necesariamente tendrán que utilizarse, pero que mantendrán la forma de un colchón para las finanzas públicas.

Según la visión del subsecretario de Hacienda, el próximo gobierno sí tendrá margen suficiente de operación puesto que el actual presupuesto tiene como misión cerrar bien este año y que los siguientes puedan tomar decisiones.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube