Oportunidades

Dicen que el dolor de unos es la oportunidad de otros y ése debería ser, sin duda, el enfoque de dos de los tres aeropuertos de lo que algún día se dio en llamar el Sistema Aeroportuario del Valle de México.

A pesar de los 1,500 millones de pesos adicionales al presupuesto de este año y el que aprueben los diputados el próximo y del nuevo recorte en las operaciones por hora, del gran trabajo que está haciendo Carlos Velázquez Tiscareño junto con su equipo o de determinaciones como enviar la carga dedicada al AIFA, la realidad es que el aeropuerto de la capital no da para más.

La única manera de que la terminal capitalina vuelva a ser suficiente es que tenga una inversión monumental, pero eso no sucederá durante esta administración. A pesar de que la Secretaría de Marina ya tiene un plan para renovar totalmente el AICM, el propio vicealmirante Velázquez Tiscareño ha repetido públicamente que el Presidente ya les dijo que no habrá dinero en este sexenio para ese plan.

De hecho, los recursos adicionales se utilizarán para cuestiones de seguridad. La obsolescencia no es el único reto que tiene el AICM, sino que la delincuencia lo ve como un principal punto de operaciones. La lucha, dicen muchos de los marinos que están en él, es durísima, pero no se van a rendir.

Los problemas para esta terminal deberían ser vistos como una gran oportunidad tanto para el AIFA como para la terminal de Toluca. Sobre la que encabeza Isidoro Pastor hay quienes cuestionan que no acabe de detonar. No sólo están los temas estructurales, sino los comerciales, en los que poca atención se ha puesto.

La terminal de Toluca ya había demostrado efectividad para los vuelos comerciales y es un gran aeropuerto privado. Parecería que el tema de la altura es más parecido a un mito que a un hecho que, hoy por hoy, dificulte las operaciones. Esta terminal, adicionalmente, tiene grandes vías de comunicación. El nombramiento de José Carlos Vera como director del AIT quizá no ha sido bien valorado, puesto que muchos se han quedado en la superficie diciendo que sigue la militarización del aire; sin embargo, es una gran posibilidad comercial para esta terminal.

La SCJN, presidida por Norma Piña, le negó el amparo a esta empresa una vez que se comprobó que la compañía, efectivamente, está bajo el control de extranjeros y no de mexicanos. Se confirmó que la empresa hizo una simulación corporativa en sus estatutos sociales.

A pesar de tener 51% de accionistas mexicanos, por lo cual se debería considerar como una empresa mexicana, la realidad es que estos no pueden tomar ninguna decisión corporativa sin la autorización de los socios extranjeros, con lo que el tribunal colegiado determinó que de facto esta es una empresa extranjera con lo que se viola la Ley de Navegación y Comercios Marítimos.

La Secretaría de Marina, encabezada por José Rafael Ojeda, ganó en definitiva este litigio que logra sentar un precedente fundamental en contra de las empresas extranjeras que, mediante esquemas de simulación y fraude a la ley, fingen tener el control por parte de accionistas mexicanos para abanderar sus embarcaciones como mexicanas, lo que les permite participar en actividades reservadas para los nacionales.

No cabe duda que a Enrique Garza Tello se le vienen tiempos difíciles. El director en México de la firma inglesa Clyde ha tenido mucho éxito en crear estos esquemas de simulación. Es claro que la Semar ha decidido que este tipo de fraudes a la ley han terminado.

Si la refinería en Dos Bocas inició operaciones, ¿por qué no se hizo el Informe de Gobierno en la refinería? Hubiera sido maravilloso para la retórica de esta administración. La respuesta la dio la secretaria de Energía, Rocío Nahle, cuando festejó en redes sociales que habían refinado “gasolina primaria”.

De acuerdo con la opinión de los expertos, a pesar del nombre rimbombante, es un producto que no se puede comercializar y todavía está muy lejos de serlo: es un derivado que sólo sirve para hacer pruebas de carga. Llama también la atención que en los viajes de prueba, que tuvieron incidentes lógicos, hayan estado tanto el Presidente como la secretaria de Gobernación, Luisa Alcalde, e invitados especiales. Parecía más una inauguración que una evaluación en la que participaron el uno y dos de este gobierno.