David Páramo

Análisis superior

David Páramo

6 Jul, 2023

Resurgimiento aéreo

El anuncio de Viva Aerobus, encabezada por Juan Carlos Zuazua, acerca de que arrendará 90 aviones adicionales para su flota, permite ver la magnitud del reto que tendrá la línea aérea estatal que, de acuerdo con el Presidente, comenzará a operar la Secretaría de la Defensa a finales de este año.

La línea dirigida por Luis Cresencio Sandoval comenzará con 10 aeronaves y aún no se ha definido el nombre. Ya registraron el de Aerolínea Maya ante la negativa de un grupo de jubilados de Mexicana de ceder, en los términos que les fueron planteados, la marca.

REMATE ÚTIL

Da gusto saber que José Ángel Gurría encontró un lugar en el que es sustancialmente más útil para México. Este hombre, en algún momento fue conocido como el ángel de la dependencia, porque ya trabajaba en la Secretaría de Hacienda cuando se abusó del endeudamiento, pero luego fue conocido como el ángel de la independencia, porque negoció la reestructuración de esos créditos.

Tras una larga carrera en el sector público, fue un destacadísimo director de la OCDE. Se presentó como aspirante a candidato a la Presidencia, pero, afortunadamente, no sólo decidió retirarse, sino que los dirigentes de Acción Nacional, del PRD y del PRI (respectivamente, Marko Cortés, Jesús Zambrano y Alito Moreno) le invitaron como responsable de desarrollar el modelo de país que se desea a partir de 2024.

Sin duda, este hombre conjuga una gran experiencia sobre las políticas que funcionan y las que no dan buenos resultados. Cuenta con una visión de lo que realmente necesita México para mejorar los niveles de vida de la población. Por si fuera poco, no tiene una visión dogmática o partidista de la realidad. Es fácil suponer que su visión de México, que creará junto con muchas voces, será sustancialmente mejor que la de Morena, donde, ciertamente, nombraron a muchos encargados del proyecto, pero creen en una visión única del país.

REMATE CAMBIARIO

Entre ciertos sectores que incluyen a Delfina Gómez, ganadora de las elecciones a la gubernatura del Estado de México, existe la idea equivocada de que la apreciación del peso es intrínsecamente buena porque es un símbolo de la fortaleza del gobierno federal. El Padre del Análisis Superior —siempre preocupado por evitar que usted caiga en falacias alentadas por la polarización que se vive en el país y que, desgraciadamente, es alentada por los políticos— le plantea algunos puntos.

En la época del presidente José López Portillo se acuñó la frase “presidente que devalúa se devalúa”. Para aquellos años era cierta, ya que el tipo de cambio era la piedra angular de la política económica e incluso social del gobierno.

Un grupo de iluminados en la Presidencia, donde decía el populista Luis Echeverría que se tomaban las decisiones económicas, determinaban un nivel de tipo de cambio y, con base en él, ajustaban todas las demás variables económicas. Era la última línea de defensa de una administración.

A partir de 1995, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari cambió a un sistema flexible, como el que actualmente tenemos y en el que el tipo de cambio se convierte en un amortiguador, que es la primera línea de defensa ante los choques externos.

No es ocioso insistir en que el peso mexicano es la moneda más líquida de los mercados emergentes, por lo que nueve de cada 10 operaciones que se realizan con la divisa no tienen contraparte en México. Así, el tipo de cambio es mucho más sensible a condiciones internacionales, como el debilitamiento del dólar, que a cuestiones internas, que, ciertamente, tienen alguna influencia menor. Gran parte de lo atractivo del peso tiene que ver con el gran diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó que podría haber dos incrementos más este año en la tasa de referencia en Estados Unidos. El Banco de México, gobernado por Victoria Rodríguez, ha dejado claro en sus comunicados que mantendrán elevadas las tasas. El consenso de los analistas en México opina que, a final de este año, el Banxico podría iniciar una baja en las tasas.

Así que el diferencial de tasas se disminuiría y, por lo tanto, el atractivo de invertir en pesos. Por eso es previsible que el nivel del tipo de cambio ronde los 18 pesos por dólar hacia el final del año, entonces muchos se preguntarán: ¿se perdió la confianza en la actual administración?

El orden en las finanzas públicas que ha tenido este gobierno no debe ser visto como una gracia, puesto que es una condición indispensable para la buena marcha de cualquier administración.

 

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