En México, los programas de apoyo a las mujeres benefician más a los hombres

CIUDAD DE MÉXICO.- Los programas enfocados a empoderar a las mujeres podrían tener un efecto involuntario: ayudar más a los hombres.

Un creciente numero de programas de desarrollo económico alrededor del mundo otorgan dinero específicamente a mujeres de comunidades pobres.

La teoría indica que darle acceso al dinero a las mujeres las empodera y las mujeres empoderadas -especialmente las que son madres- pueden sacar a familias enteras de la pobreza.

Yo fui parte de un equipo de investigadores que analizaron un ambicioso programa de combate a la pobreza en México enfocado a las mujeres.

Descubrimos que la ayuda del gobierno orientada por géneros puede tener resultados complicados, dañando a los beneficiados en vez de ayudarlos.

¿Por qué el enfoque en mujeres?

El programa Prospera en México otorga una cantidad mensual o bimensual a mujeres desempleadas que viven en hogares pobres y que tuvieron pocos o nulos logros académicos o acceso a la educación.

A cambio de este apoyo mensual, las mujeres deben comprometerse a que sus hijos asistan a la escuela y obtengan chequeos médicos regulares, además, que asistan a pláticas sobre diversos temas, entre ellos, la salud.

Prospera es un intento de sacar a las mujeres de la pobreza.

Originalmente lanzado en 1997 este histórico programa contra la pobreza ha pasado por muchos cambios y nombres a lo largo del tiempo.

Hoy, alrededor de 25% de mexicanos se benefician de Prospera, haciéndolo el programa de bienestar más importante del país.

Y, aunque no ha reducido el nivel extremo de pobreza de México, investigadores aseguran que Prospera ha ayudado a familias pobres a sortear una economía estancada.

Hablamos con esposos y esposas sobre sus finanzas del hogar en 445 hogares que son beneficiados por el programa en Calakmul.

Sospechábamos que tanto hombres como mujeres tendrían diferentes perspectivas del programa, así que entrevistamos a cada cónyuge por separado.

Platicando en confianza, las mujeres dijeron con desánimo que el dinero que reciben de Prospera ha incrementado su carga de trabajo.

Además de cuidar de sus hogares, hijos y la salud de su familia, un pequeño grupo de mujeres fungió como coordinadoras de la comunidad no pagadas para las actividades de Prospera.

Un trabajo voluntario, pero obligatorio que requiere uno o dos días de trabajo cada mes. Así que la presión de la comunidad para asistir incluso a las actividades opcionales de Prospera es intensa.

Las mujeres que reciben Prospera tienen más dinero, pero en la práctica, eso significa que también comienzan a asumir más de las finanzas de su familia.

Los hombres estuvieron de acuerdo. 40% de ellos reveló que el ingreso adicional proveniente de Prospera les da a ellos una excusa para compartir menos dinero con sus esposas.

Además, 61% de las esposas, sospechan que sus maridos migrantes les envían menos dinero porque saben que ellas reciben apoyo financiero de Prospera.

Casi la mitad de los hombres lo aceptó.

Las mujeres a las que está enfocado Prospera -pobres, de comunidades rurales, a menudo de áreas con altos índices de migración- necesitan de Prospera para sobrevivir, pero les ocasiona tantas demandas que sus esposos podrían ser los beneficiarios reales.

Prospera le da más tiempo y dinero a los esposos de las titulares, mientras que incrementa las responsabilidades de las mujeres. Así, refuerza entre la familia las dinámicas de género donde no hay equidad.

Invertir en las mujeres no es necesariamente empoderarlas cuando el dinero viene con tantas responsabilidades.

Este artículo se publicó originalmente en The Conversartion y fue retomado por la agencia AP. Este es un fragmento.

Puedes leer la versión completa y en inglés en esta liga.