José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

27 Sep, 2023

La difícil comparecencia del secretario de Hacienda en Senado

El secretario de Hacienda se topó con una oposición respondona en su comparecencia en el Senado. Empezando por la futura candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez, quien le requirió explicaciones de por qué gastar tanto dinero en Pemex, 700 millones de pesos diarios, cuando es dinero tirado a la basura, que mejor pudo destinarse a combatir la inseguridad.

También la senadora panista Kenia López Rabadán fue dura. Acusó a Hacienda de estar haciendo un cochinito. Y daba las cifras del bajísimo nivel al que pusieron el precio de la mezcla mexicana, de 56.7 dólares el barril, cuando hoy en día ya hay una diferencia en el precio por 8.3 dólares el barril. “Son 270 mil millones de pesos escondidos en las cifras, y a esto le sumamos el cochinito de 50 mil millones de pesos en la Secretaría del Bienestar”.

Y vino la andanada del PRI, encabezada por Claudia Ruiz Massieu, quien, con datos del déficit presupuestal en la mano, recordó: es histórico el porcentaje de deuda pública programada para el próximo ejercicio fiscal, equivalente al 5.4% del PIB. Es el mayor endeudamiento en 35 años, remató Ruiz Massieu. De ese razonamiento también vino la crítica del PRD, por parte de Juan Manuel Fócil: la quinta parte de los ingresos públicos serán deuda pública.

 

RAMÍREZ DE LA O, LOS ANALISTAS FINANCIEROS ESTÁN CONMIGO

Para Rogelio Ramírez de la O, desde luego, vinieron tragos amargos en su comparecencia. Pero el secretario de Hacienda traía un guion para los mercados y, de manera inteligente, no salió de éste: la deuda es manejable: el saldo histórico de de requerimientos financieros no será mayor al 50% del PIB.

Y el secretario de Hacienda retó a los senadores: pregúntenle a las agencias calificadoras, al mercado, a los analistas financieros; que, en efecto, todavía no han visto con gran preocupación el presupuesto.

Sin embargo, el riesgo está ahí. Las finanzas públicas para 2024-2025 van a ser un polvorín. En efecto, no hay ingresos públicos adicionales. No hubo una reforma fiscal. Y los gastos vienen mucho más fuertes por tratarse de año electoral: gasto en programas de adultos mayores, en gasto social, en obras icónicas.

Y aunque el secretario de Hacienda ha defendido el déficit público argumentando que será por una sola ocasión para concluir la inversión pública icónica (Tren Maya, Tren México-Querétaro, Dos Bocas, Aeropuerto de Tulum, Corredor Interoceánico). Lo cierto es que en el déficit público para 2024 no sólo crece el gasto a la inversión, sino también el gasto corriente. Y esto es lo preocupante, el estarse endeudando para gasto corriente que no traerá ningún beneficio, más que calentar la economía en un año electoral. Y los platos rotos los pagará quien gobierne en 2025.

 

ALONSO ANCIRA DEBE PAGAR LOS 108 MDD, LE DICE AMLO

Hay empresarios a quienes de plano no les va bien con el presidente López Obrador. Uno de ellos es Alonso Ancira, a quien el Presidente le recordó que debía pagar la otra parte de los 216 millones de dólares, es decir Ancira le debe al erario todavía 108 millones de dólares. López Obrador le recordó a Ancira que no crea que porque se está acabando el sexenio no va a pagar.

Ancira no la está pasando bien. Está a punto de perder Altos Hornos de México, que ha sido comprado por el fondo de inversión estadunidense Argentem. Pero el Presidente sabe que Ancira trae capital, y en el 2024 las arcas públicas van a necesitar todos los guardaditos posibles, entre ellos los 108 millones de dólares de Ancira, a quien, por cierto, parece que su suerte se le terminó, después de haberle debido 2 mil millones de dólares a los bancos, haberse ido exiliado a Israel, y haber sido quien le vendió a Pemex la empresa Agronitrogenados en mucho más de su valor real.

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