S&P mantiene grado de inversión de México; pero que reduzca déficit fiscal

Standard & Poor’s mantuvo el grado de inversión para la deuda soberana de México, tanto para la deuda de largo plazo en moneda extranjera en BBB como para la deuda en moneda local en BBB+. En ambos casos, la calificación se encuentra dos peldaños por arriba del grado de inversión. El significado de mantener el grado de inversión es fuerte, sobre todo para poder tener acceso a los mercados de capital. Cuando el gobierno mexicano quiera colocar deuda en los mercados internacionales, los inversionistas verán que es una economía que sí puede cumplir con sus compromisos financieros y, por lo tanto, tomarán su deuda a un menor costo. Además, mantener el grado de inversión soberano repercute en todo el país, es decir, en el resto de los corporativos y bancos privados.

HACIENDA, QUE SON 8 CALIFICADORAS

El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, confirmó la noticia y recordó que ya son ocho agencias calificadoras (entre ellas Fitch y Moody’s) las que mantienen el grado de inversión para la deuda soberana de México. Para Standard & Poor’s, el gobierno mexicano ha logrado mantener condiciones macroeconómicas estables. Además, se cuenta con un crecimiento real del PIB superior al 3% (crecimos 3.1% en 2023), respaldado por la demanda interna y una menor inflación. En estas condiciones, dice la calificadora, México se prepara para las elecciones del 2 de junio, que serán presidenciales y de varios estados.

SHEINBAUM O XÓCHITL DEBERÁN BAJAR EL DÉFICIT PÚBLICO

Sin embargo, la agencia calificadora es clara en lo que el próximo gobierno debe hacer, ya sea el de Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez: bajar el déficit público. El sexenio del presidente López Obrador se había mantenido con finanzas públicas sanas. De hecho, todavía cuenta con una deuda respecto del PIB moderada, menor al 50% del PIB. Pero en el último año del gobierno obradorista ha habido un cambio, un mayor gasto difícil de financiar mediante ingresos. Quizá la falta de una reforma fiscal ya pesó en las finanzas públicas. Y conste que, con lo que hay, el SAT ha hecho una buena laboral para recaudar impuestos y tener ingresos. Ya no es suficiente.

SE HABÍA MANTENIDO CONTROL EN DÉFICIT… PERO LLEGÓ 2024

El último año del presidente López Obrador tendrá un déficit público elevado, de hasta 5.4% del PIB. La herencia fiscal será complicada para quien llegue en 2025. Un déficit público del 5.4% del PIB, de continuar así, traerá mayor endeudamiento. En 2024, al ser electoral, ha mantenido el gasto en obras icónicas y las transferencias en programas sociales, algunos que siguen creciendo, como el de la pensión para adultos mayores, que ya llegó a los 460 mil millones de pesos. “Consideramos que el próximo gobierno presentará un presupuesto para 2025 que reduzca el déficit público de 5% de este año. Por lo tanto, confirmamos nuestras calificaciones soberanas de largo plazo en moneda extranjera de BBB y en moneda local de BBB+ de México”, concluye Standard & Poor’s. No hay duda, las calificadoras ya les dejaron tarea a Sheinbaum o a Xóchitl: reducir el déficit público. Y sí, 2025 va a ser un año austero.

AUDI LLEGA AL 7.0% DE AUMENTO Y LEVANTA LA HUELGA

Audi México llegó a un aumento salarial de 7.0% para 2024. Con esto, el Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi (Sitaudi) levanta la huelga de la planta de San José Chiapa, en Puebla, donde se produce la SUB Q5. Audi había comenzado las negociaciones con 5.0% de aumento salarial, pensando que el año pasado ya había elevado un 9.4% los salarios. Sin embargo, se quedaba corta respecto a la media automotriz, que es de alrededor del 8 por ciento. De ahí que el sindicato exigiera una elevación que también era desmedida, del 15.5 por ciento. Al final, el aumento fue de 5.0% a inflación y 2.0% a prestaciones. El 7.0% tuvo tranquilo al sindicato y se levantó la huelga. Al final, sí hubo una mediación de la Secretaría del Trabajo y el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral. Esperemos que todos hayan aprendido la lección acerca de que lo mejor es dialogar, tanto por la empresa como por el sindicato, y que las autoridades deben intermediar para no llegar a la huelga, máxime cuando el sector automotriz, hoy en día, es uno de los motores exportadores del país.