Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

8 Oct, 2022

Buenrostro, el arte de negociar sin el mango del sartén

Raquel Buenrostro es una mujer muy capaz, lo refleja su perfil académico y su labor al frente del SAT, en donde fue una implacable negociadora que llevó a que grandes em­presas como Walmart, FEMSA, América Móvil, entre otras, optaran por hacer grandes pagos fiscales en lugar de conti­nuar con la vía jurídica. La tarea más importante que tiene enfrente la nueva secretaria de Economía es tomar la estafeta de la negociación con la Representación Comercial de Esta­dos Unidos, luego de que dicha entidad solicitara a México consultas por el tema energético en el contexto del T-MEC. En el lado opuesto de la mesa de negociación Buenrostro tendrá a la titular de la Representación Comercial, Katherine Tai, quien también tiene fama de dura, lo que se hizo eviden­te con la formalización de consultas en materia energética, lo que López Obrador interpretó como una agravio que se fue suavizando cuando los funcionarios de la administración Biden mandaron señales de que no era un tema político y que terminó por aclararse con la respuesta que dio el presi­dente estadunidense a la misiva que le envió el mandatario mexicano.

Raquel Buenrostro va a ir a negociar como lo ha hecho en muchas ocasiones, no obstante, a diferencia de la trin­chera del SAT, en la de Economía no tendrá la sartén por el mango y con la inteligencia que la caracteriza no tardará en darse cuenta que lo mejor es evitar llegar al panel de contro­versiasque seguramente implicaría un impacto económico sustantivo para México. Una negociación exitosa para México pasa por neutralizar la visión energética de un nacionalismo trasnochado que impulsan Rocío Nahle, desde Energía, y Manuel Bartlett, desde CFE. Aunque el Presidente comparte dichas nociones, que son perfectas para un marco de refe­rencia de 1970, tiene que escuchar con crudeza cuáles son las consecuencias de dicha visión. El Presidente es una figu­ra de convicciones e ideas fijas, pero no es suicida, como lo demostró cuando rectificó su política migratoria hacia Cen­troamérica, luego de que Donald Trump amenazara con aranceles progresivos en caso de que México no frenara a los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. También existe el riesgo de que Raquel Buenrostro ejecute una pos­tura inflexible hacia Estados Unidos, pero no será sencillo dado que el proceso es largo, lo que implica muchas opor­tunidades para optar por un camino racional.

EL PROCESO

Actualmente, México y Estados Unidos siguen en la fase de consultas, que seguramente se extenderá para dar espacio a Raquel Buenrostro en su arribo a la Secretaría de Economía, si la señal que recibe el gobierno de Biden es que el relevo en Economía obedece a una postura inflexible, se establecerá el panel de resolución de controversias, que tendrá hasta 150 días para dar un informe inicial. De formarse el panel en las siguientes semanas, el primer informe inicial se daría hasta mediados de marzo y treinta días después el panel emitiría un informe final, estamos hablando de mediados de abril y 45 días después se establecerían las consecuencias, durante todo el proceso habrá oportunidades de alcanzar acuerdos. En un escenario así, la presión sobre México sería inmensa, porque en el primer trimestre de 2023 se espera que Esta­dos Unidos experimente una recesión, todavía no se sabe si suave o aguda, y ello, a su vez, generará un efecto econó­mico negativo más agudo en México, por lo que habrá poco apetito por antagonizar a la principal fuente de crecimiento del país. En dicho escenario, el presidente López Obrador podría optar por envolverse en la bandera y rentabilizar po­líticamente, aunque una postura montada en la soberanía servirá de poco frente al descontento social derivado de una nueva crisis económica, que sería agravada por un daño au­toinfligido. En caso de que los factores económicos interpre­ten que México prefiere sacrificar su posición privilegiada con Estados Unidos por una idea trasnochada de soberanía energética, los efectos se expresarán en un deterioro del tipo de cambio, quizás 25 pesos, como cuando Trump generaba tormentas, ello propiciaría un nuevo aumento de inflación. El Presidente es desafiante, pero no suicida, por eso creo que una mujer inteligente como es Raquel Buenrostro sabrá establecer un escenario sensato de la mano de la Cancillería, en esta ocasión el sartén tiene un mango y no lo tiene ella.

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