Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

10 Ago, 2022

Triunfo para México en el T-MEC

 

Hace unos días tomé un vuelo de Guadalajara a la Ciudad de México y, mientras esperaba el avión retrasado, pude observar con calma el abordaje contiguo de un vuelo que iba a Fresno, una ruta que desde mediados del siglo pasado se hacía por tierra por mexicanos que iban a trabajar al Valle Central de California, que es la zona agrícola más próspera de esa entidad y, por lo tanto, una de las más importantes de Estados Unidos.

Al observar a los pasajeros del vuelo pensaba en lo mucho que ha avanzado la integración de ambos países y cómo lo que alguna vez se definió como una tercera nación hoy es una realidad cotidiana enorme, económicamente, dicha comunidad es del tamaño de otro México.

A lo largo de las décadas, la relación bilateral se ha ido tejiendo con contundencia, más allá de los vaivenes políticos que van desde el nacionalismo de Echeverría y José López Portillo, pasando por el racismo de Trump, hasta la fallida enchilada completa de Fox y W. Bush, ese entramado se seguirá extendiendo y profundizando.

Al observar a los pasajeros del vuelo reflexioné que a mediados de este siglo muy probablemente las fronteras entre ambos países van a continuar cada vez más maleables y difusas y el sentido de identidad continuará fusionándose.

Hoy, todo el espectro político, tanto de Estados Unidos como de México, reconocen las grandes virtudes de dicha integración, lo que hace treinta años era impensable. En ese entonces, la izquierda que habitaba dentro del PRI y la que estaba afuera se oponían terminantemente al TLCAN, unos por el nacionalismo económico y miedo a competir y otros por lo que consideraban el imperialismo yankee, esos dos rasgos se pueden apreciar todavía en la retórica de Andrés Manuel López Obrador, pero están supeditados a la realidad económica que implica un gran beneficio económico y social que eclipsa lo anterior.

 

RAMA DE OLIVO DE EU

El fin de semana, el Senado de Estados Unidos aprobó el paquete económico de Biden, que había quedado atrapado en las peleas internas de los demócratas en la Cámara alta. En la versión anterior, dicho plan se llamaba Build Back Better y se contemplaba que los vehículos eléctricos recibirían un incentivo de hasta 12,500 dólares, dentro del que se consideraban 4,500 dólares para los automóviles y camionetas que fueran fabricados en Estados Unidos, en plantas con trabajadores sindicalizados al United Autoworkers, ello dejaba en franca desventaja a las plantas automotrices de México y de Canadá.

El apartado tenía lógica política considerando que el sindicato automotriz está afiliado al movimiento sindical AFL-CIO, que tradicionalmente ha sido demócrata, por ello es un verdadero triunfo que en la nueva versión del plan, que ahora se llama Inflation Reduction Act, en la previsión para impulsar los autos eléctricos ahora sí se incluyeron los vehículos producidos en las plantas de México y de Canadá.

Con ello, el gobierno de Biden y los demócratas en el Congreso le dan una rama de olivo a México y a Canadá para poner los criterios económicos por encima de los criterios políticos-ideológicos en el T-MEC. Por ello, creo que hay buenas posibilidades de que así sea, más allá de la retórica en el tema energético en México. El éxito de la región Norteamérica depende de ello, el futuro conjunto inevitable de Estados Unidos y de México será mejor entre más rápido lo entendamos.

 

 

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