¿Por qué insistimos en no usar contraseñas más seguras en Internet?

De manera recurrente se presentan estudios sobre las contraseñas más usadas y más vulnerables en la red, tras lo cual se pide a los usuarios reforzarlas para evitar problemas de seguridad con las cuentas. Pero los estudios surgen y surgen, los llamados se hacen una y otra vez, y parece que nada cambia.

¿Por qué los usuarios se empeñan en no seguir las recomendaciones de seguridad? Analizar el problema desde una óptica de “economía del comportamiento” puede darnos la respuesta.

De acuerdo a los expertos en esta materia, los usuarios saben que deben reforzar la seguridad de sus cuentas en Internet, pero simplemente deciden no hacerlo. ¿Por qué? Porque tener una contraseña para cada sitio, encriptar o hacer un respaldo de tu información implica tiempo y energía en el presente y será benéfico solamente en el hipotético caso de que alguien intente acceder a nuestros datos.

Dicho de otra forma, los economistas afirman que los seres humanos están “diseñados” para preferir un placer en el corto plazo, en lugar de un beneficio en el futuro. Esto es conocido como el “descuento hiperbólico” en la ciencia económica.

“La mayoría de las personas nunca es hackeada en su vida, y las computadoras se han vuelto tan buenas y estables que frecuentemente no es necesario hacer respaldos”, dijo a la revista Wired Baba Shiv, profesor de Stanford.

Comúnmente los usuarios piensan que de verdad deberían cambiar sus contraseñas o hacer un respaldo y desechan rápidamente la idea diciendo que lo harán “luego”. Claro que ese “luego” nunca llega, debido a la regularidad de que nada pasa y al descuento hiperbólico del que hablamos. Sin embargo, cuando algo así llega a suceder todo es caos.

Baba Shiv y Dan Ariely, conocido investigador en el campo, dan cuatro soluciones al problema:

• Que al crear una cuenta en algún servicio de Internet exista una casilla que active la opción de reforzar la seguridad o cambiar la contraseña tras determinado tiempo.
• Dar contraseñas seguras de manera automática, similar a lo que sucede con las claves de modems de internet que proveen las empresas telefónicas que cuentan con una contraseña predefinida.
• Abandonar el sistema de contraseñas basadas en texto, haciéndolas intuitivas y sencillas para el usuario.
• Que los sitios web Incentiven el uso de contraseñas seguras mediante beneficios a sus usuarios.

Y también recuerda que no debes de utilizar contraseñas como “1 2 3 4 5”, tu fecha de nacimiento o tu nombre, porque aunque parezca algo poco creíble aún hay personas que lo hacen.