Hacienda defiende déficit, temporal y contracíclico

Para algunos son medidas keynesianas. Para otros, necesarias y totalmente pragmáticas para sacar a la economía mexicana de la fuerte desaceleración. Pero para la oposición en el Congreso, sobre todo para el PAN, se trata de un nuevo endeudamiento.

Se trata del déficit público para 2014, que crecerá a 1.5% del PIB.

Déficit cero fue la apuesta

Durante años la Secretaría de Hacienda apostó al déficit cero, lo cual generó estabilidad y seguridad de que no habría problemas para pagar algún endeudamiento o compromiso financiero, pues al fin y al cabo las agencias calificadoras saben que el déficit público real es mayor, ya sea porque le añaden la inversión de Pemex, o bien porque le pueden añadir las necesidades financieras del sector público (ya sabe, los pasivos arrastrados por el rescate bancario y rescate carretero, sobre todo).

Déficit moderado, respuesta contracíclica

Sin embargo, ahora, la Secretaría de Hacienda, a cargo de Luis Videgaray, cambió el rumbo: va por un déficit público al más puro estilo keynesiano o pragmático.

Se trata de utilizar el dinero que genera el déficit en obras de infraestructura y gastos sociales clave para apoyar la recuperación económica, para generar demanda interna y mover la economía en el mercado doméstico.

El subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, apoya el déficit temporal y de hecho recuerda que será contracíclico.

Hacienda insiste en el término temporal. No se trata del regreso de los déficit ni del endeudamiento público. Pero sí del uso de herramientas de política económica en donde, siguiendo un endeudamiento moderado, se logre la recuperación.

Regresaremos al equilibrio, dice Hacienda

De hecho, para Hacienda sí se va a regresar al déficit cero para finales de la administración.

La ruta crítica del déficit es la siguiente: para 2013 el déficit público será del 0.4% del PIB; para 2014, de 1.5% del PIB, y para el año 2015 irá bajando a 1%; bajará más para 2016 a 0.5% del PIB, y para 2017 se dejará la administración otra vez con déficit cero.

Empresarios apuran
medidas contracíclicas

El Consejo Coordinador Empresarial (Gerardo Gutiérrez Candiani) y la Coparmex (Juan Pablo Castañón) ya solicitaron a Hacienda utilizar cuanto antes las herramientas del gasto contracíclico, pensando que tampoco les importa en demasía un pequeño déficit público, el cual es controlable, siempre y cuando no se vayan a los niveles de endeudamiento como lo vimos en economías europeas después de la crisis de 2008 y que todavía las tiene en recesión.

Gastón Azcárraga,
una historia complicada

Grupo Posadas confirmó lo que parecía increíble: su presidente, y quien fuera por años el símbolo del grupo hotelero, los acaba de demandar.

¿Cómo sucedió esto? Resulta que Gastón Azcárraga decidió salirse del grupo hotelero, el cual ha tenido que vender buena parte de sus activos tras un fuerte endeudamiento en que lo dejó Azcárraga, quien ya traía el problema de haber quebrado Mexicana
de Aviación.

Después de tres años de que Mexicana de Aviación se encuentra en concurso mercantil, Gastón logró que ninguna de las demandas fuera en su contra.

Su estrategia de negocios se basó mucho en el arrendamiento: rentó aviones, rentó hoteles. Y cuando los acreedores llegaron, no había activos propios.

Sin embargo la marca de Grupo Posadas, así como Fiesta Americana, Fiesta Inn, One y Live Aqua son marcas que tienen valor en el mercado.

Por eso los hermanos de Gastón Azcárraga querían mantenerlas. Sin embargo, él decidió venderlas a Alfredo Harp. Y ahí empezaron los problemas.

Entre los hermanos demandados estaría Pablo Azcárraga, actual presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico.

La de Gastón es una historia empresarial que en los tres últimos años sufrió un fuerte revés.

Índice de Confianza, de
la euforia a la precaución

El Índice de Confianza del Consumidor llegó a subir hasta a 100 puntos en enero de este año, cuando iniciaba la administración actual.

Sin embargo, la desaceleración económica tan fuerte, así como la discusión de las reformas, lo ha llevado a descender a 91.2 para octubre, siendo la principal baja el cómo ve el consumidor la situación económica para los siguientes
12 meses.

Como se ve, el optimismo ha estado bajando. Pero dependerá de las nuevas medidas contracíclicas que se vayan a imponer, así como de las nuevas expectativas que se vayan generando con las reformas.

Por lo pronto, el Índice de Confianza del Consumidor medido por el INEGI sí refleja la desaceleración.