Avances del primer año

Mañana se cumple un año del inicio de la administración del presidente Peña Nieto. Es relevante saber si se han cumplido con las promesas que nos hicieron.

El discurso de campaña y hasta el Primer Informe de Gobierno, en septiembre pasado, se seguía diciendo que se está “transformando a México”. Me centraré en cinco grandes áreas para ver cómo va este proceso de transformación.

El primer tema es seguridad. En esta materia hay que resaltar que al menos por la intensidad de la presencia en medios, la atención por parte del Ejecutivo federal ha bajado mucho. Sin embargo, la realidad muestra contrastes importantes, pero no podemos decir que estamos mejor.

Si bien hay algunos delitos que han bajado en número, el problema del crimen organizado sigue siendo muy relevante en muchas zonas del país. De hecho, la situación de Michoacan hoy en día es mucho más grave que la que se heredó de la administración anterior.

El proceso de descomposición social no se ha frenado; al contrario, ha aumentado y se ha complicado con el surgimiento de los grupos de autodefensa.

Segundo tema es el desempeño de la economía. Se criticó mucho el bajo dinamismo de la economía en la última década. Se prometió una mejora importante en la tasa de crecimiento económico.

La realidad es que el crecimiento para 2013 es a una tasa muy por debajo del promedio de los 12 años anteriores. Ahora bien, la desaceleración en buena medida vino de factores internos.

Para complicar las expectativas, la reforma fiscal no hizo cambios de acuerdo con lo que prometió en campaña: combate a la informalidad e impuestos al consumo. Se decidió cobrar más a los que hoy pagan, con un efecto adverso en las expectativas del sector privado.

El tercer tema tiene que ver con la instrumentación de las reformas estructurales. En esta materia se iniciaron con cambios en varios temas; sin embargo, la instrumentación ha demostrado ser compleja y no se percibe que se hayan logrado hasta ahora los resultados esperados.

En materia educativa lo que vemos al día de hoy es que la instrumentación no llega a la meta planteada. Ha mostrado que no hay la convicción de aplicar el Estado de derecho a los diferentes niveles de gobierno. Lo más grave es que hay señales contrarias a nivel estatal, como en Chiapas y Oaxaca, donde se han dado algunos pagos extraordinarios a los maestros que suspendieron clase.

Otros de los cambios quedan aún inconclusos y se mantiene la duda de qué tan bien se van a instrumentar en un entorno adverso. El problema es que hasta ahora estos cambios no le han significado nada bueno a la gente.

Además de que la reforma más relevante por su impacto económico no se ha logrado y quedan dos semanas antes de que termine el periodo de sesiones.

El cuarto tema tiene que ver con la eficacia en la instrumentación de las acciones de gobierno. En esta materia en concreto el discurso de campaña fue muy crítico a los gobiernos del PAN. Se nos vendió que con el cambio de administración se tendría una mayor eficacia del gobierno.

Hoy no se percibe un cambio drástico en la eficacia del actuar del gobierno. Seguimos en niveles muy parecidos.

Por último, el quinto tema es el relacionado con la política social, en concreto el combate a la pobreza. En el año que llevamos de la administración no se ve un cambio real en materia de política social, sólo cambios de enfoque.

La visión del Estado asistencialista se mantiene, sólo se cambia en cuestión de poblaciones objetivo y tipos de apoyo. La problemática básica sigue siendo la misma: el Estado tiene recursos limitados y por la manera en que gasta el impacto también es limitado. Estos programas no cambian de manera drástica la situación de ese segmento de la población.

En resumen, después de un año que se inició el proceso de “transformación de México”, si bien en algunas materias se han logrado avances, en general no se ha cumplido con las promesas de campaña. El país sigue su tendencia normal y podemos caer de nuevo en un problema de expectativas no cumplidas.

De hecho, este análisis explica al menos parcialmente la percepción tan mala y con tendencia a la baja que tenemos en México de la democracia de acuerdo con la ONG Latinobarómetro.

                *Director general del FUNDEF

                guillermozamarripa@itam.mx