El castillo de naipes levantado por Gastón

La PGR busca a Gastón Azcárraga, el otrora gran empresario de la aviación, por fraude fiscal y procedencia ilícita de los recursos utilizados en la aerolínea Mexicana de Aviación.

La quiebra de Mexicana está envuelta en sospechas. ¿Cómo una buena compañía llegó a quebrar tan rápido? Las sospechas van desde haberse aprovechado de la caja que traía Mexicana por 198 millones de pesos para ayudarle a pagar el precio de la aerolínea, hasta realizar una ingeniería financiera que no tenía otro objetivo más que simular la capitalización de la aerolínea.

No capitalizaron, vendieron el proyecto

Tan sólo veamos lo que recibió Gastón Azcárraga cuando le compró Mexicana al IPAB en diciembre de 2006.

Obtuvo acciones de Mexicana, de la aerolínea de bajo costo llamada Click, de la empresa de carga Aeromexpress, de la empresa de reservaciones SEAT y de una parte de la empresa de reservaciones Sabre, y de Turborreactores.

Gastón Azcárraga y Manuel Borja, quien fuera su director de finanzas y después director de la aerolínea, convencieron a las autoridades del sexenio foxista, y en especial al IPAB, de su proyecto: traer economías a escala entre su grupo hotelero (Grupo Posadas, con hoteles Fiesta Americana y Fiesta Inn) y la aerolínea.

Renunciaron antes de presentar informe

Sin embargo, a Mexicana le faltaba capital. No había inyección de recursos nuevos.

Ya en el sexenio calderonista en la SCT había sospechas de la falta de capitalización, pero jamás se imaginaron que la empresa pudiera quebrar de esa manera. Y menos meterlos en el lío de un concurso mercantil de más de tres años que traspasó el sexenio.

Cuando la bomba de la falta de ingresos explotó, fue cuando Gastón Azcárraga y otros consejeros renunciaron a su cargo para no ser quienes presentaran estados financieros trimestrales que hacían levantar la ceja a las autoridades. En esta parte del sexenio calderonista había más que enojo en contra de Azcárraga. Pero el tema que trataron de salvar fue el laboral.

Dilatación en concurso no funcionó

Mucho se dijo que el juez del concurso mercantil y la administración que se quedó en Mexicana, dilataban el propio concurso y hacían tiempo, presentaban como válidos a supuestos inversionistas que al final ninguno puso un centavo de capital para echar a andar Mexicana.

Supuestamente esta forma de manejar los tiempos del concurso mercantil para retrasarlo, le serviría a Gastón Azcárraga para que la justicia desestimara las demandas en su contra.

Del CMHN a ser buscado

Al final no fue así. Gastón Azcárraga, de ser en 2007 uno de los miembros más renombrados del exclusivo Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, siendo presidente de la aerolínea más longeva del país y uno de los fuertes grupos hoteleros, hoy es buscado por la PGR en México y otros países. Distintas fuentes mencionan que el exempresario se encuentra en Estados Unidos. El caso ya fue turnado por la PGR a la Interpol para buscarlo en distintos países.

Mexicana, Tenedora K, el dueño

La historia que siguió también tuvo muchos asegunes.

Gastón Azcárraga terminó vendiendo en un peso sus acciones de control de toda la aerolínea a una nueva firma que entraría a capitalizar Mexicana: Tenedora K.

Tenedora K había sido una propuesta del fondo de inversión Advent, que al tener negocios en la Terminal 1, no quería que Mexicana dejara de volar.

Al final el fondo de inversión Advent decide desistirse de capitalizar Mexicana, pues no encontraba que fuera su principal negocio.

Y con Tenedora K se quedó el abogado de Advent, Jorge Gastelum, quien hasta la fecha posee las acciones de control de Mexicana, aerolínea que tras largos tres años de intentar conseguir inversionista, ahora por fin está a punto de vender su última empresa que sí les genera ingresos, MRO, con la cual podrían pagar liquidaciones a los trabajadores.

Coparmex vs. Ley de Competencia

Se podrá no estar de acuerdo con la Coparmex, la Confederación Patronal de la República Mexicana, pero se agradece que ponga los puntos que no les parecen.

Así fue con la ley secundaria de la Ley Federal de Competencia Económica.

Para la Coparmex la nueva legislación sí trae riesgos.

Uno palpable es en regresar al control de precios, gracias a la vigilancia que habría de insumos esenciales que en su caso haría determinar precios tope. Sin embargo, también hemos visto casos donde los industriales hacen caso omiso a los menores precios de sus insumos y no trasladan dicho ahorro al consumidor final.

Este punto debe quedar bien definido. Evitar regresar al control de precios pero también dar instrumentos a la autoridad para revisar los precios de insumos esenciales de cadenas productivas.