El ahorro sale caro en el país

CIUDAD DE MÉXICO.- Ahorrar en México cuesta caro y genera pocos rendimientos, de ahí que las personas sigan optando por guardar su dinero en medios informales como alcancías o debajo del colchón.

De acuerdo con un informe del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) las utilidades que reciben los ahorradores en instrumentos de captación como los pagarés con rendimiento liquidable en 28 días ha sido cercano a 1.3% y el de los Cetes a 28 días se ha ubicado entre 4.0 y 4.5 por ciento, en promedio.

“Si los rendimientos que ofrece la banca a los ahorradores, de por sí es bajo, y a eso le sumas el pago de todas las comisiones que cobran los bancos y el pago de impuestos, el ahorrador obtiene un rendimiento real negativo, es decir, su dinero pierde poder adquisitivo”, explicó Manuel Díaz, presidente del Instituto de Asesoría de Finanzas Internacionales (IAFI).

Según el estudio Indicadores del Sistema Financiero, el CEFP detalló que en los últimos años el costo anual total de los clientes de tarjetas de crédito se ha ubicado en 30 por ciento, en tanto que el de los créditos hipotecarios ha rondado 15 por ciento.

Además, el porcentaje de ahorro de los mexicanos se ubica por debajo de lo que muestran otros países con características demográficas y sociales similares.

En México, sólo 6.7 por ciento de la población mayor de 15 años ahorró en alguna institución financiera durante el último año, mientras que en el caso de Brasil y Chile, los porcentajes fueron de 10.3 y 12.4 por ciento, respectivamente.

Cargos y comisiones

El presidente del IAFI resaltó que es común que las personas no utilicen las cuentas de los bancos para ahorrar, debido a los costos que esto les genera.

Un ejemplo claro, comentó, son las cuentas de nómina, en donde el trabajador recibe el pago de su salario y cada que recibe un depósito retira toda la cantidad en el cajero automático para evitar cargos que pudiera realizarle la institución.

Cobros no reconocidos, seguros no contratados, comisiones por el uso de cajeros automáticos que no pertenecen al banco del titular de la cuenta o comisiones por transferencias electrónicas y uso de la banca en línea son algunos de los cargos que las instituciones aplican a los clientes y que en lugar de hacerle generar rendimientos por el dinero que el trabajador deja en el banco, le hace perder.

El también investigador y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó que todos los cobros que realizan los bancos por servicios no relacionados directamente con la actividad bancaria perjudican el ahorro de las personas, lo que aunado a los bajos rendimientos que generan para los usuarios que se ubican por debajo de la inflación, las cuentas de ahorro no son una opción para los ahorradores.

Prevalece informalidad

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que encabeza Guillermo González Aguadé, a escala nacional casi 25 millones de adultos son usuarios de los productos de ahorro formal y 30 millones de personas ahorran a través de medios informales, es decir, 44 por ciento del total.

Entre los medios citados para guardar recursos en esta modalidad se encuentra la cuenta de nómina como el producto más citado, seguida de las cuentas de ahorro.

Por su parte, la mayoría de los que lo hacen a través de medios informales prefiere que guardar el dinero en su propia casa, a través de tandas, préstamos, con la familia o a través de las cajas de ahorro.

Con base en el documento, las personas ahorran para asuntos personales, emergencias, cuestiones educativas o salud, aspectos de la casa, vacaciones, inversión y retiro o vejez.

Además, el centro de estudios destaca que en México sólo 6.7 por ciento de la población mayor de 15 años ahorró en alguna institución financiera durante el último año, mientras que en el caso de Brasil y Chile los porcentajes fueron de 10.3 y 12.4 por ciento, respectivamente.