¿Cuál es el secreto de los verdaderos innovadores?

A los innovadores exitosos les interesa resolver problemas interesantes e importantes; la innovación es simplemente un producto secundario. Si esta distinción parece innecesaria, no lo es. Ambos enfoques crean realidades enormemente diferentes.

Enfocarse en innovar (como meta digna en sí misma) tiende a nacer de móviles egocéntricos: necesitamos protegernos de las fuerzas competitivas. Tenemos que garantizar un motor de crecimiento. Tenemos que estar a la par de las demás compañías. Para hacer todas estas cosas, tenemos que innovar.

Enfocarse en resolver problemas interesantes e importantes tiende a nacer de móviles centrados en los clientes.

Esta perspectiva a menudo viene de una dirección ejecutiva que busca proteger su territorio. No es inherentemente malo. Pero este enfoque tiende a crear una cultura donde los clientes están en los costados, no en el centro del diálogo.

En contraste, enfocarse en resolver problemas interesantes e importantes tiende a nacer de móviles centrados en los clientes: ¿Qué le pasa a este conjunto de clientes? ¿Que les excita? ¿Qué los tiene molestos? ¿Dónde se sienten bien? ¿Qué les duele? ¿Cómo podemos atenderlos mejor?

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Este tipo de preguntas pone al frente los problemas del cliente y crea una cultura donde eso es lo que se espera. Y dado que la gente quiere resolver problemas naturalmente, fomenta la innovación.

Entonces ¿Cómo puede fomentar este esquema mental si aún no está presente en su organización?

La respuesta sencilla es simplemente empezar a hacerlo, incluso si usted es el único.

- Desengáñese de la noción de que la innovación es cierto tipo de noble proceso creativo reservado por cierta clase de gente. Recuerde que la mayoría de las grandes innovaciones han sido desarrolladas por gente normal inspirada en un problema.

- Salga de su edificio y hable con sus clientes. Escuche a sus colegas. Genere ideas descabelladas garabateadas en servilletas sobre cómo puede ayudarlos. Póngase cómodo con la idea de que tirará a la basura el 99 por ciento de esas servilletas.

- Cuando pierda la motivación, regrese a la declaración del problema. Deje que lo inspire. Deje que lo lleve. Sea consciente que las declaraciones del problema cambian y mutan, pero nunca se desvíe mucho de sus clientes.

Antes que pase mucho tiempo encarnará un esquema mental enfocado en un problema y en los clientes. También inspirará a los demás a que empiecen a encarnarlo. Ésa es la única forma en que la innovación realmente se da.

Doug Sundheim es consultor de liderazgo y estrategia. Su libro más reciente es "Taking Smart Risks: How Sharp Leaders Win When Stakes Are High".

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