El problema de los familiares desheredados

En varias décadas de conversar con miles de emprendedores he tenido que lidiar con estos comentarios. Hay  enojo y mucho dolor en estas palabras y como asesor me da tristeza ver cómo un grupo familiar se destruye. Hay también un fenómeno curioso en muchos casos: A pesar de la prohibición expresa del emprendedor(a), antes de una hora  salen como torrente una serie de frases que demuestran que el problema no se ha olvidado ni mucho menos.

Dicho en forma coloquial: el señor tiene “al niño atravesado”. Sabemos que existen enormes conflictos entre las familias que involucran a padres con hijos, a cónyuges y a hermanos que, de no resolverse de manera adecuada, causan secuelas de sufrimiento y rencor que duran años. Si el problema desemboca en resoluciones unilaterales de poner en un documento y excluir a ese familiar de la propiedad accionaria en una empresa familiar o un inmueble o, finalmente, dejarlo fuera de la herencia en un testamento, la situación se vuelve peligrosa.

Cuando no existe dicho documento, los posibles herederos ven con frecuencia cómo el pariente relegado usa esta omisión para exigir su parte del patrimonio.

Viéndolo con frialdad, aunque el elemento emocional y subjetivo es grande, el tomar la decisión de excluir a ese hijo(a) o pariente descarriado (traidor, deshonesto, etcétera) de las empresas y del patrimonio, puede complicar mucho más el conflicto.

La realidad es peor que las telenovelas porque hay cariño/odio. Todo puede suceder. Como asesor trato de aliviar esta pesada carga a mis clientes, actuando como  mediador  o dirigiendo a las partes a que recurran a profesionales en sicología y relaciones humanas, para buscar un “mal arreglo” en vez de un pleito. Eso sí, para mí es incompatible seguir ofreciendo mis servicios cuando una o ambas partes recurren a litigios que llevan a juicios. Yo me excuso de participar.

Un testamento es un acto “personalísimo”, mismo que debe hacerse en su sano juicio y sin presión o condicionamiento. Si está decidido a excluir a tal persona de la propiedad o usufructo de sus bienes está en todo su derecho, pero le advierto que ese acto le deja muchos problemas al albacea y a sus herederos. El pariente desheredado va a cuestionar el testamento por todos los medios y  se llegará a un largo y costoso juicio donde todos pierden… menos los abogados.  Si por pereza o ignorancia éste muere intestado, las leyes y jueces del país decidirán cómo repartir la herencia. No hay consejos que valgan cuando la herida y dolor son  profundos, pero considere la opción de llegar a una coexistencia lejana pero pacífica con esa persona, perdonar aunque no se olvide y  ver el efecto de una decisión radical, como quitarle a ese familiar sus bienes  y prevenir o evitar que se agrande el problema.