José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

5 Jun, 2017

Déficit de gas, tema de seguridad energética

El combustible que podrá sustituir al petróleo es el gas natural. Para muchos, el siglo XIX tuvo como principal combustible al carbón, el XX al petróleo, y el siglo XXI tendrá al gas natural como principal impulsor de la industria.

De hecho, el gas natural es el energético clave para la conversión de uso de combustibles fósiles a energías renovables. Sin embargo, en México sufrimos un problema grave: el gas importado es tan barato, que de plano, ha hecho inviable el producirlo en nuestro país.

En otras palabras, no tenemos una industria para este combustible que es clave en el siguiente paso del desarrollo económico del país.

IMPORTACIÓN CRECIENTE, PERO ¿SEGURA?

Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, y quien ha llevado a buen puerto las licitaciones de la apertura energética, en particular las de petróleo y gas, nos recuerda el déficit que tiene México: consumimos alrededor de siete millones de pies cúbicos de gas natural y producimos (quitando el autoconsumo de Pemex), alrededor de 2.5 millones. Entonces, tenemos que importar más de cuatro millones de pies cúbicos de gas natural.

Lo importamos porque es barato. En Estados Unidos producen el gas como un residual al extraer el petróleo de las lutitas (el shale oil y shale gas). Y lo venden, de verdad, económico. El precio del gas natural es de alrededor de tres dólares por millón de BTU. Tan sólo en 2007, el precio estaba en más de siete dólares por millón de BTU.

No hay vuelta atrás: el precio del gas natural proveniente de Estados Unidos es muy barato. Por eso lo importamos.

Pero, ¿y si pasa algo donde Estados Unidos  no nos pueda seguir exportando su gas natural? Hasta el momento le sobra, pero el día de mañana podríamos tener un problema serio si EU decide modernizar su industria e irse al gas natural, o si Trump nos dice que nos va a perjudicar por ahí, o cualquier anomalía.

EL RETO, DESARROLLAR
UNA INDUSTRIA PROPIA

Carecemos de una industria de gas natural. Y es el combustible del futuro. Es el combustible que debe funcionar para la transición de combustibles fósiles a  tecnologías renovables (solar, eólica, etcétera).

Incluso, hoy en día, la reconversión de las plantas de energía de la Comisión Federal de Electricidad se están yendo por el gas natural: son más eficientes y menos contaminantes.

Sin embargo, no podemos cometer el mismo error que con el petróleo, donde Pemex tuvo durante décadas un negocio de extraer el barril a ocho dólares (o menos) y venderlo a 100 dólares, dejando de lado el desarrollo de una industria petrolera, con derivados y petroquímicos. Ahora tenemos que importar gasolina.

La industria mexicana ya se fue al gas natural. Incluso, las riñas con la autoridad han sido para garantizar el suministro a un buen precio.Y dichas riñas vienen desde los inicios del siglo XXI.

El déficit de gas natural es un tema de seguridad energética. Lo está viendo el mismo secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; el presidente de la Comisión Reguladora de Energía, Guillermo García Alcocer; el director del Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas), David Madero, y el presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Juan Carlos Zepeda. El tema es de seguridad energética: ¿Podemos darnos el lujo de carecer de una industria de gas sólo porque lo importamos muy barato? Desde luego no, nosotros tenemos que crear nuestra propia industria.

PACCHIANO: MÉXICO COMPROMETIDO
CON EL ACUERDO DE PARÍS

México tiene dos metas para reducir los gases de efecto invernadero. Una, es la de reducir la emisiones de estos gases en 22% de aquí al 2030.

La segunda meta es reducir el 50% de otros contaminantes fósiles, como es el carbón negro, de aquí al año 2030.

Las dos metas se mantienen, nos dice Rafael Pacchiano, secretario del Medio Ambiente del gobierno federal, quien está buscando el desarrollo de energías renovables en México, donde, por ejemplo, el uso de paneles solares para calentar el agua ha tenido buen recibimiento, con precios más accesibles y una gama interesante de proveedores.

El mensaje de México al mundo es sí queremos un crecimiento, pero con mejor ambiente, a diferencia de Estados Unidos.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube