El calvario de ser tu propio jefe: los tormentosos trámites para abrir y cerrar una empresa

CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Quién dijo que emprender es fácil? Para comenzar a ser tu popio jefe es indispensable tener coraje para enfrentar el status quo y desafiar a tus jefes actuales, a los que te rodean y “al qué dirán”. Una vez superado esto, llega el otro 50% del calvario: los trámites gubernamentales.

Durante la presentación del estudio Recomendaciones de política pública a la luz del fracaso emprendedor con base tecnológica, elaborado por The Failure Institute, se habló de una realidad que pocos quieren ver: lo engorrosos o absurdos que pueden llegar a ser los trámites.

Por ejemplo, en el mismo estudio se destaca que de 169 emprendedores entrevistados de distintos ramos y estados de la República Méxicana, 82% considera que las convocatorias del gobierno para impulsar al emprendimiento no están disponibles para cualquier empresario.

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¿Cuáles son los motivos de esta percepción?

De acuerdo con Cívica Digital, equipo colaborador en el estudio, estas son las razones:

Los requisitos necesarios para ser tomados en cuenta
La complejidad tanto de la información disponible como del proceso de aplicación

Ojalá ahí terminara todo; en la complejidad para iniciar una empresa, pero lo cierto es que, durante la vida de un negocio, los trámites “aquejan todos los frentes del emprendedor”, y estos son:

El registro de marca
Propiedad industrial
Obligaciones fiscales
Registro en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
Permisos necesarios para laborar

Está bien, podemos superar los trámites, pero ¿qué tal ver que a unos cuantos les ofrecen trato preferencial sólo porque pagaron un soborno, mientras tú tardas más y más tiempo en iniciar tu negocio?

35.1% de los encuestados reportaron que durante el proceso de trámites les ofrecieron atención preferencial a cambio de “mordidas”.

Más desalentador es que, por lo “engorrosos” que pueden llegar a ser los trámites, es incluso “necesario contratar algún tipo de asesoría o apoyo extra para cumplir con todas las obligaciones”.

Si vemos el emprendimiento como un todo, podríamos decir que iniciar (y concluir, en el peor de los casos) un negocio, consta de cuatro etapas:

Decidirse a emprender
Gestionar el nacimiento de una empresa
Superar la “muerte de cuna emprendedora”
Lograr una muerte digna

Apenas superada la segunda etapa, habrá que colocar grandes esfuerzos para que el negocio no muera enseguida. Según cifras oficiales, en México 7 de cada 10 empresas mueren en sus primeros cinco años de vida.

Si lograste superar la etapa de “muerte de cuna emprendedora”, ¡felicidades!, pero si no… lo sentimos, tendrás que enfrentarte a un nuevo calvario: tratar de darle una muerte digna a tu emprendimiento.

“Incluso durante el cierre de la empresa los trámites aquejan al microempresario. Una de cada cuatro personas que contestaron la encuesta reportan no haber acabado sus trámites para la conclusión de la Pyme"; señala el estudio.

Entre los que destacaron como ‘más difíciles’ están:

La baja de la sociedad
Los vinculados con el SAT
El proceso de liquidación y cierre de contratos

“Las empresas que son personas morales no hacen una disolución de empresas, es el trámite más difícil del universo. Nadie lo hace. La dejas ahí, declarando en cero, y ya. Cuesta muchísimo llevar a cabo la disolución de la persona moral y más cuando no generaste nada, no tienes para disolverla”, señaló un participante del estudio.

Resulta notable que, en reiteradas ocasiones, son los mismos abogados y contadores quienes sugieren a los emprendedores dejar el proceso inconcluso debido a los altos costos y el trabajo que genera.

“Tengo dos sociedades mercantiles y pretendía cerrar una de ellas… pero tuve que optar por venderla a otro particular en vez de cerrarla (porque) me salía en un ojo de la cara y era mucho más trámite que venderla”, indicó otro participante del estudio.

Tan desolador es este aspecto que otro participante señaló: “El problema es que a veces es más caro cerrarla (la empresa) que lo que se usó como inversión”.

*livm