11 sitios que te enamorarán de Campeche

CIUDAD DE MÉXICO.- El estado de Campeche es heredero de una cultura ancestral que data desde hace más de 3,000 años, la cual nos fue legada por la gran civilización maya.

Los distintos estilos arquitectónicos que desarrollaron en sus antiguas ciudades, así como las tradiciones, olores y sabores regionales que se preservan a través del tiempo en las comunidades mayas ubicadas en todo el territorio del estado de Campeche te dejarán un agradable sabor de boca después de visitarlo.

Campeche es, sin duda, un estado en el que encontrarás calidez y hospitalidad; arqueología e historia, con 16 zonas arqueológicas mayas y 4 estilos de arquitectura que son de gran relevancia histórica en la región; además de un medio ambiente excepcional: un estado verde, con más del 40% de su territorio bajo protección ambiental.

A continuación, te presentamos 11 razones para visitar el estado:

1. Reserva de la Biósfera de Calakmul. Situada en el centro de la Reserva de la Biosfera de su mismo nombre, las 6,000 estructuras que componen las ruinas de la ciudad abarcan un espacio de unos 70 kilómetros cuadrados (la zona monumental comprende unos dos kilómetros cuadrados y tiene unas seis mil estructuras). Por la importancia del sitio la UNESCO le otorgó el nombramiento de Patrimonio Mixto de la Humanidad.

2. El área natural de Balam Kú, es parte de un corredor biológico natural, frontera entre los macizos forestales de la zona norte y sur. Es ahí donde se encuentra el famoso santuario de murciélagos. Un área selvática exuberante ubicada dentro de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, que alberga un conjunto de vestigios mayas del mismo nombre muy importante.

3. Isla Arena se encuentra ubicada en el municipio de Calkiní. Es un espacio donde se puede estar en contacto con la naturaleza de la Reserva de la Biosfera de Celestún. Es en sus esteros es donde se pueden observar las colonias de hermosos flamencos rosas que tanta fama han dado a esta región.

4. La Unidad de Ecoturismo Xpicob cuenta con un arrecife artificial hecho con reef balls, es decir, formaciones esféricas huecas, que facilitan el asentamiento de organismos sésiles, incluyendo esponjas y corales. Es un área de aproximadamente 1.5 m x 8 m que cuenta con una gran biodiversidad: desde organismos de consumo, hasta organismos de ornato.

5. Los Cenotes de Miguel Colorado tienen un cuerpo de agua – de radio de 250 metros –rodeado por paredes de roca de más de 80 metros de alto cubiertas de árboles que se reflejan en el agua de un profundo color verde.

Este lugar es impresionante a la vista. Además puedes deslizarte por la tirolesa en todo el diámetro del cenote, practicar kayakismo o contemplar la fauna autóctona en sus diversos miradores.

6. X’Tacumbilxuna’An significa el “lugar de la mujer escondida”. Era un lugar sagrado para los mayas. Estas grutas tienen una extensión de 200 metros y en su interior se pueden encontrar formaciones de estalactitas y estalagmitas. Su entrada tiene una altura de 15 a 20 metros donde se desciende por una escalera que recorre 350 metros de área iluminada. Las grutas tienen una profundidad de 80 metros aproximadamente.

7. Edzná es una de las antiguas ciudades mayas más hermosas de la región. Una gran metrópolis, cuya riqueza de edificios y estilos, dan una idea precisa del enorme poder político, económico y religioso que tuvo el lugar entre los años 600 y 1200 de nuestra era.

Si vas por la tarde, cuando cae el sol, merece la pena el espectáculo multimedia de luz y sonido “La luz de los Itzáes” que recuerda el esplendor del sitio y las costumbres del pueblo maya que lo habitó.

8. Fuerte de San José. Fue construido en el cerro de barlovento, posee un foso y puente levadizo, en su centro un aljibe se hace notar por su brocal y una rampa escalonada, nos lleva a la parte superior.

Su superficie es de 1,828 metros cuadrados. En sus salas se resguardan bellas obras de artillería, escudos y armas de diferentes épocas, así como modelos a escala de embarcaciones.

9. Baluarte de San Francisco. Este baluarte fue el de mayores dimensiones con 1,342 metros cuadrados. Su nombre complacía a los franciscanos, y es que también el clero tuvo que aportar sus donaciones para la construcción de estas magnas obras.

En 1889 con el permiso otorgado para la instalación del tranvía de la ciudad este baluarte fue demolido en su parte media dando paso a los rieles que llevarían al barrio de Santa Ana.

10. Museo de Arqueología Subacuática Fuerte de San José el Alto. El reducto de San José el Alto fue construido a fines del siglo XVIII, según una inscripción que aún se aprecia en su fachada que dice que se concluyó el 9 de agosto de 1792.

11. Calkiní, es una belleza. Este ojo de agua en un principio nos pareció un tanto intimidante, pero una vez adentro, la cosa cambia, es en extremo bellísimo, por debajo y por encima del agua.