EU aprueba política industrial de 280 mil mdd para contrarrestar a China

El Senado de Estados Unidos aprobó hoy un proyecto de ley de 280,000 millones de dólares destinado a desarrollar las ventajas tecnológicas y de fabricación en Estados Unidos frente a China, adoptando una abrumadora votación bipartidista a favor de la intervención gubernamental más importante en política industrial en décadas.

La legislación refleja un consenso notable y raro en un Congreso polarizado, que apoya el desarrollo de una estrategia a largo plazo para abordar la creciente rivalidad geopolítica de Estados Unidos con Beijing, centrada en dirigir los fondos federales a tecnología e innovación de punta para impulsar la industria, la economía y potencializar la tecnología y la milicia.

La votación ilustra cómo la competencia comercial y militar con Beijing, así como la promesa de Estados Unidos de proporcionar miles de nuevos puestos de trabajo, ha generado a un acuerdo entre los republicanos que alguna vez evitaron la intervención del gobierno en los mercados y los demócratas que resistieron las fugas masivas de dinero.

El proyecto de ley, que combina la seguridad nacional y las políticas económicas, proporcionará 52 mil millones en subsidios y créditos fiscales adicionales para las empresas que fabrican chips en los Estados Unidos. También aumentará la investigación científica en 200 mil millones, especialmente en inteligencia artificial, robótica, computación cuántica y otras varias tecnologías.

Su aprobación fue el resultado de un esfuerzo de un año por parte del senador del partido demócrata de Nueva York, Chuck Schumer, con el senador republicano de Indiana, Todd Young, quien en 2019 propuso esta idea, informó el New York Times.

Al final fue posible gracias a una improbable colisión de factores: una pandemia que expuso el costo de una escasez mundial de semiconductores, una intensa incertidumbre en la industria de los chips y la persistencia del Sr. Young en instar a sus colegas.

Muchos senadores, incluidos los republicanos, ven la legislación como un paso clave para fortalecer las capacidades de fabricación de semiconductores de EE. UU. en un momento en que el país depende peligrosamente de países extranjeros, especialmente de Taiwán para obtener chips avanzados.

La legislación se considera un paso clave para fortalecer las capacidades de semiconductores de Estados Unidos en un momento en que la participación de fabricación moderna del país se ha desplomado al 12 por ciento. Eso ha hecho que dependa cada vez más de países extranjeros en medio de una escasez de chips que ha causado conmoción en la cadena de suministro global.

Se espera que los subsidios a las empresas de chips creen decenas de miles de puestos de trabajo de inmediato, y los fabricantes se comprometen a construir nuevas fábricas o ampliar las existentes en Ohio, Texas, Arizona, Idaho y Nueva York.