Caso Tesla: del rumor a la realidad del nearshoring

La politización del tema es normal para una inversión de este tipo y, de hecho, Nuevo León y México no compiten con el sur de Texas o Alabama, sino con Canadá, porque, al final, lo que se instale deberá cumplir con las reglas de origen establecidas en el T-MEC, no sólo para el sector automotriz, sino para la manufactura entera.

Ayer salieron por aquí y por allá “tuitazos” que anunciaban que el presidente López Obrador, por su deseo de impulsar la inversión en zonas de menor desarrollo productivo del país (evidentemente, Hidalgo lo es), había “descarrilado la inversión en Nuevo León, dado que el corporativo invertiría en Austin, Texas”. Nada más alejado de la verdad.

Este miércoles 1 de marzo es cierto que Tesla podría definir el futuro del corporativo ante su base de inversionistas porque se realizará el Investor Day de Tesla, en Austin, Texas, donde está ubicada su Gigaplanta, en la que produjo 439 mil vehículos sólo en el cuarto trimestre del año pasado, para un total de entregas que superó el millón de vehículos eléctricos.

El corporativo puede instalarse donde quiera en la Unión Americana, pero lo que se busca es asegurar la integración de su cadena de valor. La U.S. Bipartisan Infrastructure Bill, la CHIPS and Science Act y la Inflation Reduction Act proporcionan suficientes subsidios para fomentar la inversión productiva en semiconductores, vehículos eléctricos, material crítico y energía limpia en toda América del Norte, por lo que resulta poco enterado suponer que Tesla tiene la intención de instalar una nueva megaplanta en México.

Hoy, el Presidente informará (no con detalle) lo que conversó con Musk y Marcelo Ebrard, antes de que partiera a Delhi para la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del G20 y, sin lugar a dudas, no descarte que la decisión corporativa pueda incluir diversas inversiones en más de una entidad. El tema del agua no sólo es crítico para Nuevo León, pues recuerde que el 70% del territorio nacional tiene estrés hídrico y menos del 10% del agua se trata en México.

Por cierto, y hablando del chismorreo de ayer, no tiene ningún fundamento la versión que afirma que el secretario Ramírez de la O ha estado promoviendo a Hidalgo como una opción para la instalación de la planta de la automotriz, pues considere que ha sido un gran impulsor del nearshoring y, aunque no es cercano del gobernador Julio Menchaca, de Hidalgo, no es fan de poner a pelear entidades porque, en estrategias como esa, pierde México. Para el gobernador Samuel García parece un tema de “jalar marca”.

No sólo el secretario sabe que cualquier proyecto en Nuevo León deberá considerar el problema del agua, y la entidad, en lugar de alardear, debería tener un plan de desarrollo específico para evitar que haya afectación a la población, particularmente en el estiaje. El Cuchillo no deja de ser trasvase.

En relación a la digitalización de servicios financieros, particularmente en el menudeo, el objetivo es ambicioso: unificar productos, mejorar sus capacidades, simplificar la experiencia del cliente e integrar las aplicaciones móviles de banca digital con la wallet, pero sin perder la oferta que incluye la sucursal virtual al alcance de la mano. ¡Felicidades!