Inflación o carestía, el fantasma para la 4T

La estadística desagregada del Índice de Precios al Consumidor y al Productor en México muestran que más que enfrentar un fenómeno de inflación, se está gestando uno de carestía, originada en la falta de algunos insumos indispensables en la producción agropecuaria, y por ende en una buena parte de la cadena de alimentos básicos y, por el otro, en el segmento de energía, pues aun con el subsidio a los combustibles, el transporte de personas y mercancías sigue jugando un rol crítico.

De hecho, en la minuta de la última reunión de política monetaria se estima que la inflación general que alcanzó el 7.45 por ciento en marzo, la más alta desde 2001 para un tercer mes del año, justo antes del ejercicio de revocación de mandato del presidente López Obrador, se ubique dentro del rango de estabilidad de precios (por debajo de 4 por ciento anual) hasta finales del 2023 o principios del 2024, el año de la elección.

Ahora, la disyuntiva es si definir éste como un episodio de alta inflación (alza generalizada de precios) o el inicio de un proceso de carestía, algo que, políticamente debiera analizarse con seriedad en el gabinete económico del presidente López Obrador porque no lo contiene una política monetaria por más restrictiva que sea.

Los  insumos como los fertilizantes, maíz, girasol y trigo, importados de Rusia o de Ucrania, han afectado en serio los precios de producción de otros insumos como la caña, hortalizas, pollo, huevo o aceites.

¡Vamos! ni la distribución subsidiada del fertilizante, que en años anteriores se ordenó desde el Palacio Nacional al titular de Sagarpa, Víctor Villalobos, hoy puede satisfacerse para el productor de autoconsumo.

En marzo 17 dijo que se había tomado la decisión de que Petróleos Mexicanos produzca fertilizantes, y bueno... usted sabe que llevamos en México empantanados en tranzas políticas e ineficiencia de Pemex, que dirige Octavio Romero, más de 30 años. Hace 30 años se producían fertilizantes, se estatizaron, pese a que en México hay gas, roca fosfórica y todo los insumos para ser potencia en producción de amoniaco y fertilizantes. 

Hoy, la realidad es que las políticas equivocadas hacen que los precios estén altos en trigo y maíz. En fertilizantes, China no exportará sino a finales de junio cuando termine su cosecha de arroz, Europa produce a la mitad de su capacidad, Yara que tiene el proyecto de Sinaloa bajó su producción y está comprando amoniaco de Trinidad y Tobago sobre 1,500 y 1,600 dólares, Rusia dejó de exportar 300 mil toneladas por mes, pero ningún barco ruso está navegando el Báltico, por lo que el nitrato de amonio no llega a México, el potasio está en las mismas condiciones, pues ni Brasil lo ofrece, el fósforo está atorado en Marruecos con filas y filas para cargar en puertos, con el ambientalismo a ultranza, Fertinal vendió su ácido sulfúrico porque no tiene materia prima como roca fosfórica, pues el mercado de EU se la pelea, la urea está en 1,400 dólares la tonelada y espera al tender de la India, los costos del transporte por barco están disparados, el ciclo de Estados Unidos se acerca y los precios siguen subiendo.

En resumen. Esto no lo puede resolver el Banxico, pero sí una buena planeación de política pública que vea el foco no en la revocación de mandato, sino en el del mandato para actuar sobre la deficiencia que acusan no sólo este mercado, sino muchos otros.

Dícese en la Real Academia Española que carestía significa: alza en costos, especialmente de alimentos y víveres básicos.

 DE FONDOS A FONDO

#AMIS… El Consejo Directivo Nacional de AMIS eligió a Juan Patricio Riveroll Sánchez, de Seguros El Águila como presidente de la asociación para el periodo 2022-2023 en sustitución de Sofía Belmar, quien cumplió con dos periodos al frente de la AMIS. Lo único que lamento es que se va la única mujer que pintaba de inclusión al Consejo Coordinador Empresarial, que preside Francisco Cervantes, lo que muestra lo mucho que tiene que avanzar el sector privado en parecerse más al país.