México actualiza sus NDC y le piden que las certifique

En la COP 27 de Sharm el-Sheikh, Egipto, hoy se conocerán detalles de las National Determine Contributions (NDC) o Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional de México, en materia de cambio climático. Eleva de 22% a 30% su compromiso “voluntario” y hasta 40% el condicionado (con apoyo de financiamiento). Positivo que deberán entrar en programas de certificación para recibir fondos de agencias multilaterales o de entidades financieras privadas, mercados de financiamiento sostenible, para apoyar sus estrategias de cambio climático.

La titular de la Semarnat, María Luisa Albores, esbozo el plan, pero en todos los casos son estimaciones nacionales que deberán ser sometidas a certificación. El Plan Kerry o Biden, que se presenta mañana y está aprobado como parte del Global Financial Fund Iniciative, supone un cambio de fondo en la forma que se ha comprometido el mundo a bajar emisiones, ya que, hasta este 2022, sólo se ha alcanzado un 7% de la reducción mundial de Gases de Efecto Invernadero (GEI) acordado desde el Acuerdo de París (2015), cuando debería estar en 43 por ciento.

En el caso de México, le comenté que el país había identificado 40 medidas específicas para reducir emisiones. Hace dos años, el gobierno no actualizó (cada 5 años se tiene que actualizar y presentar avances), sino que fue acusado de mentiroso. Y, para sorpresa de todos, López aceptó el compromiso de metas más ambiciosas en la mitigación de GEI emitidos, porque supone que para el 2030 se eliminarán no 670 mil millones de toneladas, sino que superará los mil millones de toneladas de emisiones neutralizadas. Es una buena noticia, insisto, sin importar qué la haya detonado, porque implica que hay voluntad política para cumplirla.

Pero la credibilidad sólo se gana si se presentan rutas creíbles de implementación y de certificación de cumplimiento. Nos cuentan que Iniciativa Climática de México (ICM), que encabeza Adrián Fernández, dará a conocer hoy, desde Egipto, una serie de insumos técnicos que sustentan acciones puntuales en todos los sectores involucrados: electricidad y eficiencia energética; petróleo y gas; agricultura, silvicultura, descargas de agua y manejo de ríos y cuerpos de agua, otros usos de suelo; manejo y compactación de residuos; transporte e industria. Esta propuesta de la sociedad civil, de las NDC focalizadas, puede constituirse en referencia para definir acciones no sólo a nivel federal, sino local, y pueden facilitar la colaboración efectiva entre gobiernos, empresas y ciudadanos, pensando en los recursos con los que hoy el país cuenta.

No nos parece una carta a Santa Claus, es un ejercicio serio que se basa en los recursos nacionales y subnacionales disponibles, en el conocimiento científico, global y nacional, acumulado, y en la tecnología que tenemos. Además, tiene un enfoque transversal de justicia y equidad, lo que le queda como anillo al dedo a un gobierno que se ha caracterizado por poner en “primer lugar” a las poblaciones más vulnerables.

Es interesante porque están presentes varios representantes estatales, incluyendo el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y Luis Donaldo Colosio, alcalde de Monterrey, quienes están por definir una estrategia estatal de mitigación de los GEI, con certificación y monitoreo incorporable al Climate Action Tracker, ese paso que aún le falta dar a María Luisa Albores.

También participan varios secretarios estatales de Medio Ambiente, como el de Puebla o el de Guanajuato (por cierto, Marisa Ortiz Mantilla es la presidenta de la Asociación Nacional de Autoridades Ambientales Estatales-ANAAE), que han trabajado con la Comunidad Climática Mexicana para apoyar su capacidad de gestión de las políticas públicas que permitan avanzar en la reducción de GEI y recuperación medioambiental.

Finalmente, le comento que el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dará a conocer el modelo y experiencia utilizada por México para movilizar el financiamiento sustentable para el cambio climático, un logro poco comentado aquí, pero muy publicitado por el Banco Mundial y Egipto entre países emergentes y desarrollados, por ser clave en las decisiones que hoy se adopten en la revisión del Fondo y compromisos de la GFS para el financiamiento sustentable en la Coalición de Ministros de Finanzas para el Cambio Climático y Finanzas para la Descarbonización y Movilización de Recursos para el Financiamiento de Infraestructura Sustentable.