¿Te imaginas aprender guiado por Siri, Alexa o Google Assistant?

En contenidos previos he abordado diversas tendencias en educación como contenidos bajo demanda con base en las preferencias personales o la relevancia de la inteligencia artificial o de la realidad aumentada y, sobre esta línea, de acuerdo con un estudio efectuado por HolonIQ se plantean cinco escenarios para la educación en el 2030.

Destaca uno denominado “Robo Revolution”, el cual marca la tendencia de contar con asistentes inteligentes como tutores o mentores académicos, los cuales podrán resolver dudas de los estudiantes, tanto pedagógicas como administrativas, definirán las rutas de aprendizaje de estos de acuerdo con los estilos de cada persona y su grado de avance en la materia; además, podrán recomendar contenido y evaluar a los alumnos de una manera más personalizada. Aquí vale peguntar, ¿será esto posible?

De momento, esta misma perspectiva la comparte el Horizon Report Higher Education, que además de mencionar el empleo de asistentes inteligentes para la formación, tiene en cuenta la inteligencia artificial y el blockchain como parte de las tres grandes tendencias de tecnología educativa en el corto y mediano plazo.

Ahora mismo, ¿te imaginas aprender guiado por Siri, Alexa, Cortana o Google Assistant?,  por nombrar a los asistentes inteligentes más conocidos en el mercado, pues esto ya es una realidad, que si bien está iniciando de manera específica y formal en el sector K12 o en la enseñanza de idiomas, toma cada vez más fuerza en la educación media y superior, pues hace posible que los educandos pregunten las veces que sean necesarias aspectos que muchas veces prefieren no hacer a un profesor o en ciertos casos a pesar de efectuar la pregunta, la duda no queda resuelta.

Además de resolver dudas, que es uno de los usos más comunes, este tipo de tecnologías posibilitan la conexión con aplicaciones que desarrollan competencias educativas, como las que facilitan practicar matemáticas, ciencias, historia, lógica, entre otras y ofrecen respuestas certeras e inmediatas. También, la interacción se da manera divertida, con paciencia y a prueba de todo tipo y número de preguntas.

Vale mencionar que los usuarios con mayores habilidades técnicas pueden “entrenar” a su dispositivo inteligente y crear sus propios comandos y actividades personalizadas, gracias a que tales herramientas poseen tutoriales, cursos y aplicaciones para desarrollar este tipo de comandos, los cuales, una vez aprobados por la marca, pueden ser incorporados de modo formal, ya sea como comandos o integrando diferentes dispositivos.

Estamos viviendo en la era de la digitalización y del conocimiento, en la cual la tecnología es un habilitador.

Así, los usos que le demos a esta deberán, cada vez más, orientarse hacia cuestiones productivas y enriquecedoras, que generen experiencias que vayan más allá del simple entretenimiento para propiciar aprendizaje significativo mediante modelos lúdicos y animados.

Se debe buscar el desarrollo del concepto llamado “Constructivismo electrónico”, acuñado por Maureen Brown Yoder, Ed.D., profesora de la Universidad de Lesley en Cambridge, Massachusetts, quien resalta el empleo de las llamadas tecnologías emergentes en el proceso educativo.

Es fundamental que las universidades e instituciones educativas pensemos de manera creativa y aprovechemos todos los avances tecnológicos, para incorporarlos en el día a día del proceso de enseñanza en beneficio y apoyo de nuestros colegiales y docentes.

De hecho, es posible sumar esto a las tareas administrativas, con la finalidad de facilitar la vida en el colegio en relación con procesos de servicios escolares o de admisión, en los cuales los asistentes inteligentes resuelvan todas las dudas, emitan ciertos documentos escolares, ejecuten tours virtuales y reserven asuntos puntuales al personal de estas áreas.

Esto ayuda a ofrecer una atención más rápida y eficiente a los usuarios, disminuir costos operativos y mejorar los niveles de retención.

Estas tendencias son más que una moda pasajera, es algo que llegó para quedarse con nosotros y aprovecharlo al máximo para que rinda los frutos esperados y sea un diferenciador a favor de las comunidades académicas.

Por: Jesús Deloya, director de innovación educativa de Aliat Universidades

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