¡Corte de Caja! ¿Cómo les ha ido a los negocios en esta pandemia?

Colegio de Contadores Públicos de México, A.C. -
Durante este periodo en donde la esperanza de recuperación se incrementa por aplicación de la vacuna, debemos de revisar los montos de las deudas por los gastos inesperados. Foto: iStock
Durante este periodo en donde la esperanza de recuperación se incrementa por aplicación de la vacuna, debemos de revisar los montos de las deudas por los gastos inesperados. Foto: iStock

Mtro. Sergio García Quintana, Presidente de la Comisión de Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México y Socio Director de GQC.

Es necesario hacer un recuento de los daños de lo que hasta el momento nos ha afectado la pandemia por covid-19. Todos los sectores tienen en menor y mayor grado algún efecto directo o colateral y que en su mayoría es negativo, pero también algunos sectores selectos tienen un efecto positivo. 

Aquellos que tuvieron efectos negativos son todos los negocios que reúnen grandes grupos de personas o requieren de espacios amplios para realizar sus actividades y llevarse a cabo de forma rentable. Como los eventos deportivos o musicales, en donde los asistentes justifican la inversión de grandes sumas de dinero en el gasto de los organizadores en la renta, contratación de personal de servicio y de seguridad, de deportistas y artistas protagonistas, ejemplos de negocios que tienen prohibido operar, pues de realizarse habría contagios masivos.

Por otro lado, se encuentran los negocios que vendían artículos y alimentos a empleados de pequeñas, medianas y grandes corporaciones, quienes actualmente realizan su trabajo desde una computadora en su casa, que al no asistir a las oficinas no requieren de servicios como desayunos, comidas y cenas en puestos informales, fondas o restaurantes, y mucho menos de lustrador de calzado, cafés, servicios de tintorería, gimnasio, cine, plazas y tampoco de tiendas de ropa para fiestas familiares y laborales.

Existe una fuerza laboral cuyo trabajo solo se puede hacer asistiendo a los lugares en donde se encuentran las herramientas y maquinarias para realizarlo en espacios acondicionados y habilitados para la producción. Los trabajadores de la industria de la construcción, de alimentos procesados y, sin olvidar a los trabajadores del campo, estos últimos, afortunadamente no le dieron cuarentena a la producción de alimentos y que gracias a ellos pudimos permanecer en casa, haciendo el super en línea o por teléfono, pidiendo comida por medio de aplicaciones para servicio a domicilio.

Con base en estos trabajadores, que pudieron seguir laborando y quienes emplean sus brazos como la herramienta primordial para ganarse la vida, se mantuvo activa una parte muy importante de la economía de nuestro país y del mundo. Al seguir asistiendo diariamente a sus lugares de trabajo utilizaron los medios de transporte, puestos y fondas con servicio para llevar, las tiendas que vendían refrescos, agua, cigarros y dulces, quienes por la pandemia redujeron sus ventas al disminuir el volumen de personas asistiendo a la oficina y a la escuela, pero que, en esta ocasión, se mantuvieron por estos trabajadores que no pararon.

A la par, al disminuir el volumen de ventas, las empresas de personal de oficina se dieron a la tarea de revisar sus costos de operación y nóminas de sueldos. Se dieron cuenta que ya no necesitaban tanto espacio físico ni oficinas ejecutivas tan grandes. Empezaron entonces un periodo de reducción de personal, disminución de sueldos, reducción de espacio de oficinas, calendarización de personal para presencia física en las oficinas y trabajar en lugares indistintos con conexión a internet y energía eléctrica, con sana distancia.

Hubo también dos grupos de asalariados que no tuvieron mayor efecto en sus ingresos, todos los empleados del sector gobierno y paraestatal, recibieron invariable y oportunamente, sin recortes, su sueldo cada quincena, sin gastos de transporte y gasolina por hacer home office. Los empleados de grandes corporaciones que pudieron mantener su estructura organizacional, respaldaron a sus empleados manteniendo sus sueldos y contrato de empleo, sin embargo, también llegaron al punto de plantear paros técnicos o periodos de descanso obligatorio sin goce de sueldo. 

En contraste, los trabajadores del sector informal con ingresos diarios, tuvieron que tomar sus cosas y salieron con un cubrebocas doméstico, un poco de gel y con el inmenso deseo de conseguir permiso y clientes para trabajar, esperando no contagiarse. Algunos, los trabajadores de mantenimiento de casas aprovecharon los arreglos que les pedían los trabajadores de home office para adecuar los espacios, electricidad y conexión a internet, ahora necesarios para trabajar y estudiar en casa. 

Los cambios y reducción de los horarios, número de sucursales y personal atendiendo al público de las instituciones bancarias y corporativos que centralizaron servicios en poco personal y cambiaron la atención a los clientes en soporte telefónico que originó sustituir el tiempo del tráfico vehicular, por congestionamiento telefónico.

Por otra parte, los negocios que incrementaron su valía, como las empresas de productos de limpieza, hospitales, venta de oxígeno medicinal, seguros de gastos médicos y funerarias han tenido un incremento significativo en sus resultados, cabe evaluar su continuidad en ese nivel atípico de ventas y hasta cuando puede durar esta alza.

El tiempo de uso de los servicios de televisión por cable se vieron favorecidos por el tiempo de permanencia obligatoria en casa y el uso de los mecanismos de telefonía celular tuvieron un uso desmedido de llamadas y mensajes laborales y sociales.  

Durante este periodo en donde la esperanza de recuperación se incrementa por aplicación de la vacuna, debemos de revisar los montos de las deudas por los gastos inesperados de enfermedad y fallecimientos de los seres queridos producto de la pandemia, revisar los saldos de las tarjetas de crédito y planear su pago.

Es indispensable el juicio empresarial, evaluando los resultados obtenidos por el personal que, durante ha trabajado en casa casi un año, determinar un nivel de efectividad en su coordinación y desempeño, cambiando los procedimientos de operación y supervisión del personal ejecutivo y operativo, atendiendo no sólo lo urgente sino también lo importante. 

Revisar el estado de los activos y su estado físico para estar en posibilidades de continuar o incluso evolucionar a un segundo nivel con los requerimientos de un ambiente empresarial diferente, los mercados han cambiado y los intereses personales están vislumbrando nuevos esquemas para su futuro. No se pueden seguir haciendo las cosas de la misma forma de antes de la pandemia, es necesario hacer un corte de caja con lo bueno y con lo malo.

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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