El sistema bancario mexicano y sus enigmas

Economía Real -
Una de las posibles razones por las cuales las tasas de interés que se cobran son elevadas puede ser debido al nivel de competencia en el sector. Foto: Archivo Excélsior
Una de las posibles razones por las cuales las tasas de interés que se cobran son elevadas puede ser debido al nivel de competencia en el sector. Foto: Archivo Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.- “La historia de la banca mexicana en los últimos treinta años ha sido una de claroscuros”. Así comienza el libro “El enigmático sistema bancario mexicano contemporáneo” escrito por Fausto Hernández Trillo y Alejandro Villagómez Amezcua, ambos doctores e investigadores del CIDE y editado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias  (CEEY).

La frase no es para menos. La banca privada ha sido objeto de múltiples transformaciones a través de la historia, desde su nacionalización en 1982 hasta su reprivatización en 1990, cuando el 18 de julio del mismo año se resuelve que la actividad bancaria deja de ser un servicio público sujeto a concesión y pasa a ser uno de interés general sujeta a autorización de la Secretaría de Hacienda.  

Esta historia de fluctuaciones ha sido acompañada por un permanente nivel bajo de financiamiento interno. Bajo no sólo para estándares nacionales, sino también para estándares internacionales. En 2012 fue de 27.5% con respecto al PIB, mientras que en países como Brasil y Corea del Sur dicho financiamiento alcanzó el 68.5 y 136.7% de PIB, respectivamente. Se ha intentado resolver este problema mediante cambios en la regulación, dando mayor certeza jurídica a los bancos o incentivando la competencia, Sin embargo, estos cambios no han logrado que el sistema financiero (y particularmente bancario) mexicano otorgue más préstamos y con ello permita a la economía crecer más rápido.

En ese sentido, los autores buscan comprender cuál es el enigma detrás del sistema financiero que provoca este comportamiento anómalo. Hay tres factores que señalan los autores como responsables de este comportamiento, los cuales me gustaría destacar: la falta de seguridad en los derechos de propiedad, la falta de competencia y la ineficiencia de la banca. Es importante anotar que ninguno de estos tres factores es un nuevo sospechoso como factor responsable de los bajos niveles de crédito. Existe una vasta literatura tanto nacional como internacional (mucha de ella citada por los mismos autores) que ha documentado cada una de estos temas.

Sin embargo, el fin del libro es retomar estas premisas, analizarlas y abordarlas con una pluma ligera de tal forma que aquellos que no conocemos mucho del tema nos interesemos en estudiar un poco más sobre nuestro sistema financiero mexicano y sus resultados. A continuación retomo lo que mencionan los autores sobre los factores arriba señalados:

1.- Protección de los derechos de propiedad. En el sistema financiero, los derechos de propiedad permiten a los bancos tener certeza jurídica al momento de hacer uso de aquellas garantías que los acreditados dejan a cambio de un préstamo. Mientras exista una mayor certeza sobre los derechos de propiedad, menores serán los costos de recuperación enfrentados por la banca, lo que les permitirá reducir las tasas de interés y otorgar una mayor cantidad de créditos.

De acuerdo Hernández Trillo y Villagómez,  uno de los problemas en este rubro se observa al registrar una propiedad, un proceso caro y costoso que debe pasar por un notario público que tiene el monopolio legal de la escrituración. Otro problema es la poca capacitación del aparato judicial en materia económica para dirimir las controversias, así como la falta de independencia de algunos tribunales respecto al poder ejecutivo. Finalmente, existe un problema de protección efectiva de los derechos de propiedad, en tanto que si bien existen leyes encargadas de proteger los derechos de propiedad, la capacidad de ejecutar las sentencias es muy baja e incluso el proceso para alcanzar una sentencia es sumamente lento.

2.- La competencia económica en el sistema financiero. Una de las posibles razones por las cuales las tasas de interés que se cobran son elevadas puede ser debido al nivel de competencia en el sector. En ese sentido, las barreras a la entrada pueden desempeñar un papel importante para disuadir la entrada de nuevos competidores, como es el caso del capital mínimo requerido para constituir un nuevo banco. No obstante, de acuerdo con los autores, esto no representa una barrera en tanto la apertura de nuevos bancos se ha mantenido a pesar de los 30 millones de dólares  que se requieren como capital mínimo y que se encuentran por encima de lo requerido por Brasil (5.5 millones) o Estados Unidos (5.8 millones).

El problema radica con los bancos ya existentes. El famoso G7, conformado por BBVA-Bancomer, Banamex, HSBC, Santander, Scotiabank, Banorte e Inbursa, mantiene una concentración importante en términos de activos y cartera de crédito, lo cual impacta en comisiones y tasas. No obstante, es en la banca de menudeo, principalmente en el segmento bajo, en donde las tasas de concentración son todavía más preocupantes. En este sector se encuentra Banco Azteca, Compartamos, Famsa, Coppel, entre otros. Bancos a los que gente de bajos ingresos suele recurrir y que a su vez son los que ofrecen los créditos más caros.

Una de las soluciones sería permitir que más instituciones, no precisamente bancarias, compitan en ciertos productos que sólo ofrecen los bancos, por ejemplo, en las tarjetas de crédito. Esto permitiría que instituciones como aseguradoras o uniones de crédito compitan a nivel producto, lo cual eventualmente podría llevar a menores tasas de interés y a un menor cobro de comisiones. De acuerdo con los autores, este fue el camino seguido por Estados Unidos y los resultados fueron satisfactorios.

3.- Eficiencia de la banca. ¿Es la banca extranjera una ventaja o una desventaja para el país en términos de eficiencia? A esas preguntas se abocan a contestar los autores en el capítulo 7 del libro, en donde se argumenta que en México la banca en general es ineficiente si se le compara con la eficiencia de la banca en países similares. En términos de costos, la banca extranjera se enfrenta a menores costos que la banca nacional. Sin embargo, contra intuitivamente, es la banca nacional la que provee de una mayor cantidad de crédito a la economía.  Como los autores señalan, lo que se esperaría en este caso es que las instituciones internacionales, al tener mayor experiencia y tecnología y por ende menores costos, fuesen quienes mayor crédito dieran en la economía. Este resultado paradójico es explicado por la literatura especializada a partir de la existencia de rezagos en el marco jurídico y en un reducido grado de competencia en el sistema bancario.

A estos tres factores básicos hay que sumarle el bajo acceso a los servicios financieros que proveen los bancos, ya sea cantidad de sucursales, cajeros, tarjetas de crédito que existen en el país. También algunos aspectos de demanda, como es el hecho de que empresas, principalmente pequeñas y medianas, acuden con los proveedores para financiarse dejando de lado a los bancos. En suma, “El enigmático sistema bancario mexicano contemporáneo” es un libro que permite comprender mejor las características de nuestro sistema bancario y los efectos que estas tienen sobre la economía. 

*DR

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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