La resaca de los centros comerciales

Espacio Urbano -
El éxito de los centros comerciales como “pseudo espacios públicos” es una prueba de que hemos pensado de forma inadecuada nuestras ciudades. Foto: Getty
El éxito de los centros comerciales como “pseudo espacios públicos” es una prueba de que hemos pensado de forma inadecuada nuestras ciudades. Foto: Getty

CIUDAD DE MÉXICO.- Primero de enero. Existe una alta probabilidad de que abras los ojos y no te encuentres en las mejores condiciones fisiológicas o emocionales, gracias a los excesos de todo tipo en la fiesta de la noche anterior. Para quienes nos animamos a salir de casa a fin de aprovechar el asueto, la tarea de encontrar un lugar para convivir puede volverse un verdadero reto: las opciones se reducen debido a la muy baja actividad en la ciudad.

Y es ahí donde te das cuenta: el espacio (público) importa. Fuera de los establecimientos comerciales, muchas ciudades mexicanas se enfrentan a la creciente falta de espacios públicos. Gracias al modelo estadounidense de desarrollo de nuestros centros urbanos, éstos se han generado alrededor de centros comerciales o ‘malls’, que se han convertido en nuestros principales lugares de esparcimiento, recreación y entretenimiento. Basta salir a la calle un primero de enero cualquiera para darse cuenta que la mayoría de quienes se atrevieron a abandonar la comodidad de su hogar se concentran principalmente en centros comerciales.

El espacio público es un espacio social generalmente abierto y accesible para cualquiera, donde todas y todos somos bienvenidos; aquél donde las ideas y pensamientos pueden ser compartidos y expresados libremente, y problemas sociales como el racismo, el clasismo o el sesgo de género no existen – aunque esto último suene utópico, pensemos en el comportamiento de quienes se encuentran en un parque público. Basado en lo anterior, no podemos perder de vista que los centros comerciales no son espacios públicos. Son espacios privados que tienen una función comercial y agenda centrada en un mayor consumo en los establecimientos a su interior, pero que dan la apariencia de ser espacios públicos.

Bien lo dice en repetidas ocasiones en su cuenta de Twitter el controversial ex alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa:

El éxito de los centros comerciales como “pseudo espacios públicos” es una prueba de que hemos pensado de forma inadecuada nuestras ciudades. Desde un punto de vista urbano, el problema es que se han convertido en nuestra principal opción de entretenimiento. Sumado a esto, hay opciones para todos los gustos y presupuestos, una gran parte de sus visitantes lo utilizan como espacios para pasear, y son destinos atractivos para las y los jóvenes. Digo esto también desde la experiencia personal, ya que pertenezco a la generación que, en su adolescencia, iba a los centros comerciales a caminar sus pasillos una y otra vez sin comprar algo siquiera.

 

Irónicamente, aunque nuestro actual modelo de desarrollo urbano fue copiado de los centros urbanos estadounidenses – especialmente la estructura urbana de los suburbios –, en aquel país está ocurriendo el fenómeno opuesto: en años recientes, gracias a la recesión financiera, el alza en las compras en línea y la reconfiguración de las ciudades, cada vez son más los centros comerciales en los suburbios estadounidenses que se encuentran abandonados. De acuerdo con el Financial Times, en los próximos cinco años, el 15% de los centros comerciales en los suburbios estadounidenses está condenado al abandono. Los que ya están abandonados comienzan a ser transformados en residencias, restaurantes, hoteles, espacios de almacenamiento y centros médicos.

Con esto, debemos abrir el debate para que éste comience a transformarse en propuestas para la renovación del espacio público; con una mayor presión en los gobiernos para habilitar y mejorar espacios, donde sus usuarios jueguen un rol central en su renovación. Las plazas y parques públicos en México deben empezar a recuperar su papel primordial en la reconfiguración de nuestras ciudades.

Usemos los centros comerciales como lo que son, centros de consumo, y no como nuestra principal elección de esparcimiento. No más resacas en centros comerciales.

(Recomiendo mucho ver esta galería de fotos de centros comerciales abandonados en Estados Unidos. Por cierto, es curioso cómo estas fotografías son un buen ejemplo gráfico de una resaca de primero de enero).

*DR

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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