¿Cómo hablan los unicornios?

Métricas tradicionales como flujos de efectivo,  tasas de crecimiento, retención de clientes, activos de capital,  apalancamiento y otras métricas las emplean los inversionistas para  valorar las empresas. Sin embargo, ¿qué pasa con una incipiente startup?

¿Cómo convence de que es viable, qué herramientas emplea para generar un gran retorno de inversión e incluso cómo persuade una empresa incipiente de que tiene todo el potencial para convertirse es un unicornio?

Inversores angelinos y capitalistas de riesgo coinciden que los elementos de las startups para generar inversiones se basan en las cuatro M: moméntum, management, market y measurable.

Momentum: Métricas de impulso como tracción en términos de usuarios, clientes, ingresos recurrentes…

Management es el equipo directivo: comprende la educación de un emprendedor, credenciales de la industria y experiencia empresarial del equipo directivo.

Márket: Es la extensión del mercado. Determina que la demanda sea suficiente y de que existe el potencial de construir una empresa realmente grande

Measurable: cuánto dinero necesitará un emprendedor para construir la empresa, y el porcentaje de propiedad que el inversor será capaz de mantener en el proceso de llegar a un acuerdo.

Se asume que con las cuatro M se evalúan objetivamente a las startups sobre factores cruciales como las credenciales del equipo de administración, sostenibilidad del modelo de negocio,  evidencia de tracción en el mercado y potencial de las grandes empresas. Sin embargo, las decisiones de los inversores no son tan racionales en la mayor parte de las transacciones. Se imponen características impensadas como la simpatía, positividad y felicidad del empresario.

Más de la mitad de los inversores eligen al equipo fundador con base a la capacidad,  experiencia de la industria, pasión, experiencia empresarial y  trabajo en equipo.

De tres áreas claves las credenciales de equipo, inversores actuales y tracción del mercado la primera es la que mayor interés genera en los inversionistas. Numerosos estudios a lo largo de las décadas encuentran una correlación entre el capital humano con el éxito empresarial. Es decir, educación, experiencia, conocimiento y habilidades cuentan. Y mucho..

Asimismo, numerosos estudios que emplean lenguaje verbal y no verbal con Inteligencia Artificial detectaron que los equipos mejor evaluados por los inversores son los que presentan mayor positivismo e incluso esa característica mejoró la evaluación general.

Vale mencionar que las primeras impresiones afectan desproporcionadamente a las decisiones de los inversores. Los primeros cinco segundos son cruciales para construir una buena imagen y cuanto más positivo era el comienzo existen más posibilidades de éxito.

Vale mencionar otra característica importante: la capacidad verbal está interrelacionada con mayores probabilidades de éxito de la compañía, por lo que valdría practicar las presentaciones para infundir mayor confianza entre los posibles inversionistas.

Sin duda, el qué y cómo decimos las cosas nos catapulta a unicornios., o nos confina al desinterés de los inversionistas.

Jbf