La construcción de una marca personal está rodeada de mitos
La construcción de una marca personal está rodeada de mitos. Erróneamente se infiere que es una construcción basada en anhelos, exageraciones y proyecciones. Sin embargo, el personal branding sólido se genera con honestidad y verdad.
Todo inicia no con la lluvia de adjetivos que propalamos a diestra y siniestra sobre nosotros, sino en las narrativas que elegimos contar a los demás sobre nosotros mismos: historias que comunican nuestros valores, convicciones, fortalezas y metas.
Las historias al servicio de la marca personal deben ser lo suficientemente universales como para trabajar en una variedad de contextos.
1. Esta es la metodología para lograrlo
Convertir los atributos en historias. Las listas de atributos para caracterizar nuestras fortalezas son obsoletas. El adaptable, imaginativo, perseverante y otros está en desuso. Resultan sustantivos aburridos y adjetivos predecibles. Por eso las historias son más efectivas. Una cosa es decir que eres creativo y otra es describir las diversas experiencias de vida que dieron forma a esa capacidad.
Ahora, una marca personal fuerte no se trata sólo de demostrar fortalezas profesionales, sino encontrar la propuesta de valor única que se puede ofrecer al otro. Esto implica indagar en nuestra historia de vida hasta hallar aquello que nos convierte en seres únicos.
La aversión a cavar profundamente en nosotros mismos, es lo que explica por qué tantos no son auténticos a la hora de venderse a sí mismos. No se trata de develar secretos íntimos, sino de resaltar aquello que te permite conectar con los demás a nivel profesional.
2. Prestablecer una ruta
Cuando ya se tiene la historia, que refuerza la marca personal, se debe aprender a tejerlas en conversaciones, entrevistas de trabajo, eventos de networking o cualquier otra situación en la que el objetivo sea venderse a sí mismo.
Conviene preguntarse: ¿Qué conversación quiero tener? Es recomendable tener una hoja de ruta sobre cómo llegar a la historia, y cómo generará una conversación que involucrará a los demás.
3. Compartir
Sí, el desarrollo de una marca personal y las historias que la hacen exitosa pueden implicar trabajo. Pero los beneficios no se limitan a su carrera. Hay beneficios intangibles al compartir nuestra propia experiencia subjetiva.
Háblame de ti, no debe ser una exhortación que nos orille a la poca autenticidad o mentira, sino una plataforma para ampliar nuestra red de contactos y oportunidades.
Jbf
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