10 tips para pasar de empleado normal a extraordinario

¿Qué es lo que distingue a un buen empleado? Estudios, encuestas, investigaciones, opiniones van y vienen y se mantiene la incógnita para saber qué hace más exitosa a unas personas sobre otras.

Algunos lo atribuyen a la personalidad en mayor grado, seguido de la capacidad de adaptarse a la cultura de la empresa y dejando en menor medida las habilidades y conocimientos del empleado.

Sin embargo, definir la personalidad puede ser un tema muy ambiguo y complejo. La personalidad es un conjunto de preferencias y tendencias con la que nos enfrentamos a las circunstancias que se nos presentan, nuestro carácter, si somos introvertidos o extrovertidos, etc. y se define prácticamente desde que nacemos. Con personalidad, los expertos se refieren más a aquellas cualidades relacionadas con inteligencia emocional.

La personalidad no está relacionada con la inteligencia (IQ), que muchas veces no se encuentran en la misma proporción en una persona e inclusive también se distingue de la inteligencia emocional. Si bien nuestra personalidad está determinada desde la infancia, podemos cambiar y desarrollar nuestra inteligencia emocional.

En la medida en que desarrollemos mejor nuestras habilidades de inteligencia emocional, tendremos más posibilidades de destacar en cualquier ámbito profesional en el que nos desenvolvamos. Seremos percibidos como más capaces y confiables para resolver y aportar para el beneficio tanto personal como de la empresa.

Según Travis Bradberry colaborador de la revista Entrepeneur, para marcar la diferencia y destacar, es recomendable tener en cuenta estos aspectos y convertirnos en empleados excepcionales.

• Estar dispuestos a retrasar nuestra compensación

Algo que no escucharas de un empleado excepcional es: “eso no está incluido en mi descripción de funciones”. Empleados destacados están acostumbrados y buscan trabajar más allá de sus límites y antes de hacer algo por el reconocimiento o por ganar más, anteponen el resultado y el cumplimiento de los objetivos ya que saben que tarde o temprano su esfuerzo será recompensado.

• Saben manejar los conflictos

Si bien los empleados excepcionales no son generadores de conflicto, tampoco los rehúyen. Saben mantenerse objetivos y con calma ante situaciones estresantes y mantienen un nivel profesional sin tomarse las cosas personales con el propósito de conseguir el objetivo final. No es personal, es negocio.

• Tienen enfoque

Ante un conflicto o adversidad, siempre tienen claro el objetivo, hacia dónde tienen que llegar y cómo conseguir el resultado. No se distraen con ruidos innecesarios que puedan desviar el propósito y fin común y saben distinguir los verdaderos problemas de los superficiales, es decir se enfocan en lo que es verdaderamente importante.

• Demuestran coraje y juicio

Siempre están dispuestos a opinar cuando otros no lo hacen, ya sea para hacer preguntas incómodas o tan simples y obvias que no siempre son resueltas o incluso para cuestionar alguna decisión de alto nivel. Sin embargo también tienen sentido común y sensibilidad para hacerlo en el momento oportuno. Piensan antes de hablar y escogen con cuidado el mejor lugar y tiempo para plantear sus ideas.

• Controlan su ego

Los empleados excepcionales tienen ego, y en muchos casos muy grande. Es lo que los motiva a crecer y a no quedarse en su zona de confort, buscar más, destacar. Pero se trata de un ego controlado, son capaces de admitir errores y adaptarse a hacer las cosas como las haría la otra persona si de esta forma se obtendrán mejores resultados o hacerlas así es importante para mantener la unidad del grupo.

• Nunca están satisfechos

De la mano del ego, se destacan por tener objetivos y metas ambiciosas. Siempre creen que las cosas se pueden hacer mejor, y tienen razón. Nunca será suficiente cuando se refiere a desempeño personal, no importa lo bien que vayan las cosas, siempre buscarán mejorarse y mejorar lo que están haciendo.

• Identifican cuando algo no está bien y lo resuelven

Desde algo insignificante como el papel atascado en la impresora o corregir un proceso ineficiente que resulta en pérdida de recursos y rentabilidad financiera del departamento entero, los empleados excepcionales están acostumbrados a resolver problemas. No porque “siempre se hace así” lo seguirá haciendo mal, si hay un problema hay que arreglarlo, así de simple.

• Son confiables

Conocen sus responsabilidades, puedes estar seguro que ante cualquier asignación se cumplirán los objetivos en forma cabal y a satisfacción de los requerimientos. No buscan a quién echarle la culpa, buscarán cómo hacer que los resultados se den.

• Son voceros de la empresa

Interna y externamente construyen una imagen de confianza y saben transmitir un mensaje positivo hacia los demás ya sea dentro de su equipo de trabajo o con clientes o prospectos. Demuestran integridad y liderazgo como habilidades fundamentales.

• Neutralizan personas nocivas

Tratar con personas difíciles puede ser frustrante y traer resultados negativos, sin embargo los empleados excepcionales desarrollan habilidades para identificar y controlar personas que son conflictivas. Manejan y controlan sus emociones para no engancharse en situaciones problemáticas con otros que no buscan más que poner obstáculos en el camino y evitar el éxito común. Aún y en las más estresantes situaciones las personas emocionalmente inteligentes son capaces de equilibrar las emociones y obtener los mejores resultados.

Hasta aquí no se menciona nada de habilidades técnicas, preparación académica, años de experiencia, maestrías, certificaciones, etc., éstas son importantes, pero no lo son todo, al menos no son las que te llevarán a destacar o convertirte de un empleado “normal” a uno extraordinario.

Nos leemos la próxima vez…

*gl