Cómo responder cuando te preguntan por tu mayor debilidad

Si estás en el proceso de cambiar de empleo seguramente tendrás programadas entrevistas para posibles vacantes que te interesan y frente a ti estará un reclutador, con una batería de preguntas para tratar de leerte el pensamiento y distinguir si puedes o no convertirte en un empleado valioso para la compañía y si cubres el perfil de puesto que se está buscando.

Estilos de entrevista pueden haber muchos, y generalmente detrás de cada pregunta se buscará validar si lo que plasmas en el currículum tiene sustento, estás mintiendo o exagerando en los logros obtenidos.

Sin embargo, más allá de la experiencia profesional, lo que una entrevista trata de identificar es el comportamiento y carácter de una persona, la forma en que maneja el estrés y cómo se enfrenta a situaciones bajo presión. Es común encontrar a lo largo de la entrevista que nos aborden con una pregunta cuya respuesta puede ser un filtro en la selección de personal para descartar candidatos: ¿Cuál consideras que es tu mayor debilidad o defecto?

¿Qué es lo que está detrás de una pregunta en este sentido? ¿Qué busca obtener el reclutador? Ya sea que la pregunta se realice así –de forma explícita, o de manera matizada, el realizarla buscará arrojar pistas del por qué no debería ser contratada esa persona, conforme una entrevista de Business Insider realizada a Lynn Taylor, experta en clima laboral en Estados Unidos.

Según Taylor, al realizar esta pregunta, se traduce en conocer aquellas barreras o puntos críticos que se estén pasando por alto en el currículum y que deben ser señales de alerta para descartar a alguien para una vacante.

Como la pregunta tiene una vertiente negativa, está diseñada para medir el temple y carácter de la persona, se analiza la reacción inmediata ante estímulos que pueden ser desagradables o significar un rechazo inmediato.

Es una realidad, todos tenemos debilidades y fortalezas, y no siempre sabemos identificarlas, es importante que en una entrevista sepamos destacar nuestras habilidades, pero también transmitir que conocemos nuestros defectos y no solo eso, sino que estamos trabajando para corregir o controlar aquello que no nos da resultado.

Y es aquí donde recae el secreto de preguntas como esta, es muy fácil que recurramos a respuestas “políticamente correctas” como: “Soy muy perfeccionista” o “soy adict@ al trabajo”, pero con respuestas automáticas no estaremos logrando dar una buena impresión, no seremos honestos, daremos la impresión de que no sabemos cómo contestar, seguramente nos pondremos nerviosos y podríamos auto descalificarnos para aquel trabajo que queremos obtener.

Cuando te encuentres preparándote para una entrevista, identifica estos puntos y trata de aportar un elemento positivo a tu respuesta, por ejemplo: “algo que estoy trabajando para mejorar” para mejorar el impacto y saber que ésta debilidad no afectará tu desempeño al momento de ser contratado.

Como reclutadores, buscamos que la persona sea honesta, no queremos invadir la privacidad o intimidad de alguien y siempre se debe recordar que las preguntas giran en torno a cuestiones profesionales, los ejemplos y situaciones personales deben evitarse al máximo.

Nos leemos la próxima vez.