Conoce los seis tipo de malos jefes... ¿tienes a uno?

Todos tenemos un jefe, y a lo largo de nuestras carreras nos encontraremos con estilos diferentes de liderazgo y de plano con estilos de jefe que carecen de habilidades gerenciales.

Según una encuesta realizada por Second City Works en Estados Unidos a empleados de tiempo completo para identificar los hábitos que distinguen a un supervisor común de un gran líder, destaca que el valor más apreciado para un subordinado es el respeto que les inspiraba su jefe.

Lidiar con un jefe malo es muy desgastante para un empleado, tomando en cuenta que la calificación de las habilidades gerenciales va más allá de una apreciación visceral, no se trata de decir que te cae mal tu jefe.

Formar líderes fuertes implica identificarlos y, sobre todo, retenerlos en la empresa. En un artículo publicado por Doug Hutton en Entrepeneur, identifica los 6 tipos más frecuentes de “malos jefes”:

• El egoísta: Este tipo de jefes no son mentores para su equipo de trabajo, no capacitan o lideran, por el contrario, compiten con ellos. Son aquellos que toman el crédito de los buenos resultados sin reconocer el esfuerzo el grupo. Generalmente no se involucran en el desarrollo de proyectos y piden reportes de avance de manera constante.
• El fantasma: Es como la leyenda urbana, todos saben que existe, pero nadie lo ve. Para este tipo de jefes la oficina es sólo una parada obligada, vive entre cuestiones personales, juntas con clientes, comidas de negocio, etc. Nunca están para tener conversaciones relevantes ni mucho menos para retroalimentación oportuna sobre el avance del equipo. Raramente responde a mails o juntas de equipo aún y cuando éstas sean de gran importancia para el grupo o proyecto.
• El “sí, pero…”: Un líder competente se involucra con sus empleados, se interesa por su progreso y su éxito, pero este tipo de jefes constantemente rechazan ideas innovadoras o propuestas de su equipo, busca pretextos para descartar iniciativas que no sean las suyas con argumentos que no siempre son los más acertados.
• El “buena onda”: Este tipo de jefes se ven mucho en estructuras jerárquicas más planas, sin muchos escalafones y son aquellos que buscan ser más amigos que líderes. Si bien establecer empatía con el equipo es fundamental, caer en un exceso puede ser contraproducente. Es frecuente que este tipo de jefes estén más preocupados por caer bien que por cumplir con sus responsabilidades gerenciales.
• El “bully”: Estos jefes no conocen límites ni políticas, pueden hacer bromas inapropiadas o incómodas tanto para el equipo como para el resto del personal. Su frase preferida “es mejor pedir perdón que pedir permiso” es llevada al extremo y a veces pone en riesgo el éxito de los proyectos y el cumplimiento del  equipo.
• El teórico: Son personas que les gusta el deber ser, viven enfocados en teorías e investigando mejores prácticas y tendencias sobre liderazgo, administración de personal, trabajo en equipo, etc. pero momento de poner en práctica estos conocimientos, dejan fuera lo aprendido y los resultados no son los esperados. Generalmente no saben reaccionar ante conflictos reales, pero tienen grandes ideas de cómo hacerlos teóricamente.

Como vemos, estos arquetipos son muy comunes de ver, incluso manejados con cierta moderación podrían no ser tan dañinos para la organización, pero actitudes como éstas llevadas al extremo y sobre todo recurrentes con equipos de trabajo pueden desgastar la relación y por lo tanto el desempeño de un equipo de trabajo, teniendo como consecuencia el bajo rendimiento y pobres resultados a la hora de conseguir un objetivo.

¿Tú qué tipo de jefe eres? ¿O cómo es tu jefe?

Nos leemos la próxima vez…