Regresa a notas en papel y lápiz, te hacen más inteligente

Es un hábito que parece que con la tecnología se está perdiendo, sin embargo, deberíamos fomentarlo más.

Por algo los programas académicos mantienen como primeros fundamentos la enseñanza de la escritura ya sea cursiva o script. Hace unos meses se desató una polémica en Finlandia, uno de los países que tiene los mejores niveles educativos a nivel mundial, sobre un rumor que giraba en torno al fin de la escritura a mano en las aulas para ser sustituida por los dispositivos electrónicos con teclado.

El anuncio se llenó de polémica tras destacar la importancia de la escritura a mano y su influencia en la dinámica escolar ya que según varios estudios confirman la importancia de desarrollar y fomentar esta práctica no sólo a niveles de educación básica, sino en cualquier edad.

Afortunadamente, conforme declaró la responsable del Instituto Nacional de Educación de Finlandia Minna Harmanen “ha habido un malentendido en este tema. La novedad es que no será obligatorio aprender la caligrafía cursiva desde agosto de 2016. Ahora los niños tienen que aprender dos tipos de escritura manual: la cursiva y la de letra imprenta. Por ello, la escritura manual no termina y se sigue considerando vital en la construcción de habilidades motoras finas, para adquirir destrezas y memoria”.

Y la aclaración no carece de sentido, según un estudio de la Universidad de Indiana en Estados Unidos, hacer trazos secuenciales con la mano para formar letras y después palabras, provoca la activación de regiones del cerebro asociadas al pensamiento, al lenguaje y a la memoria.

Es decir, mientras más escribimos, nuestro cerebro genera conexiones que facilitan y mejoran las áreas que nos ayudan a articular mejor lo que queremos comunicar, recordar lo que es relevante para nosotros y sobre todo aprender conceptos nuevos con una mejor comprensión.

Esto se ve en otra investigación hecha en Francia por la Universidad Paul Sabatier con niños, donde descubrieron que era más fácil para ellos reconocer letras de manera más eficiente cuando éstas eran trazadas por ellos mismos, en comparación con las realizadas con un teclado.

Cuando escribimos el cerebro conecta con nuestra mano y es por eso que gracias a la grafología podemos interpretar actitudes, comportamientos, sentimientos e intenciones que son reflejo de lo que realmente pensamos ya que se transmite directamente desde nuestro inconsciente.

De acuerdo con Evelyn Aguilera, directora del Instituto de Técnicas Neuroescriturales de Chile, es importante aprovechar las ventajas de escribir a mano y nos sugiere nunca dejar de escribir, parece lógico, pero con tantos dispositivos electrónicos al alcance de la mano, cada vez es menos frecuente tener lápiz (o pluma) y papel a la mano para el desarrollo de las habilidades cognitivas que se ejercitan con la escritura a mano.

Mantener una libreta y lápiz cerca pueden ser en principio las mejores herramientas que podemos tener a mano para ayudarnos y ejercitar no sólo la mano, sino el cerebro.

Es probable que con la falta de costumbre, al retomar el hábito de la escritura nos encontremos con que nos cansamos fácilmente, y para disminuir esta sensación, deberemos observar nuestra postura al escribir y recordar los principios básicos que van desde cómo tomar el lápiz hasta la forma en que nos sentamos.

Siempre debemos considerar que la escritura consolida ideas, por lo que hacer resúmenes o tomar notas de datos relevantes, nos asegurará una mejor retención de la información que queremos resaltar y al mismo tiempo estaremos ejercitando nuestras neuronas lo que nos ayudará a incrementar nuestra voluntad y perseverancia en nuestra vida cotidiana. Así que a escribir con lápiz y papel.

Nos leemos la próxima vez…