Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

21 Nov, 2018

El alto costo de convertir un derecho en impuesto

Si Andrés Manuel López Obrador ya ha pedido cerrar el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), decisión que podría traer consecuencias muy negativas para este sector, hay varios elementos técnicos que tampoco deben perderse de vista.

Mientras Gabriela Cámara, designada para ocupar la dirección general por el todavía Presidente electo, ya no asumirá dicha posición, aunque a finales de septiembre haya participado en ese carácter en Campeche en una reunión con gobernadores sobre el Tren Maya.

Ahora, los que se barajan son posibles encargados de la liquidación, pues el CPTM es una sociedad anónima con colaboradores y activos.

Pero así como existen muchos argumentos sobre la importancia crucial que hoy tiene la promoción turística, las relaciones públicas y el manejo de crisis cuando está dejando de crecer la llegada de estadunidenses a México, hay otro hecho definitivo.

Se trata de la facultad que tiene el nuevo gobierno para cambiar las reglas del juego, precisamente, porque ganó las elecciones.

Reconociendo lo anterior, hay además un aspecto técnico que puede complicar que los recursos del Derecho de No Residente se canalicen al Tren Maya.

Se trata de la forma en que está estructurado el Derecho de No Residente (DNR), los alrededor de 550 pesos que hoy pagan los viajeros cuando compran un boleto de avión para venir a México.

El problema es que si se sigue cobrando como un derecho, a través de los boletos que expide la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), diversos actores, como aerolíneas o empresas turísticas, podrían promover una demanda para que esos recursos se sigan usando para los fines que fue creado el derecho, es decir, la promoción y la facilitación migratoria.

No es una teoría, hace apenas dos meses, los empresarios turísticos de Morelos se ampararon cuando el entonces gobernador Graco Ramírez quiso canalizar los recursos del impuesto al hospedaje para financiar un “fiscal carnal” que revisaría su gestión.

De hecho, se espera que en estos días el Congreso de Morelos revierta esta medida, que había dejado sin promoción al sector turístico de la entidad, aunque en el lapso los fondos fueron congelados.

Seguramente, el asunto podría ser resuelto en el Congreso, cambiando la naturaleza del DNR para convertirlo en un impuesto, pero ello también provocaría cambios difíciles de implementar para la IATA.

De acuerdo con Cuitláhuac Gutiérrez, director de la IATA en México, cualquier modificación al renglón de taxation, que impacta en el precio de los boletos, implica cambios en los sistemas no sólo de las aerolíneas, sino también de las globalizadoras. Mañana seguiremos con este tema.

DIVISADERO

Buen Humor. Julián Balbuena, CEO de Best Day, dijo que ante el panorama de que el DNR se use en infraestructura, el sector turístico lo tendría que “defender con todo”.

¿Y el plan B?: “Ampararse y luchar porque no se use un derecho en infraestructura”.

¿Y si no funcionan los planes A y B, pregunté, cuál es el plan C? “Pues, se…pa la bola”, respondió el líder de la Agencia de Viajes por Internet más grande de México.

 

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