¿Era necesario?

En esta columna le hemos venido detallando los muchísimos problemas de Mexicana de Aviación para tener una operación sana. Fueron épicos los problemas que tuvieron para conseguir equipos; seguramente recordará cuando se dijo que Boeing les iba a dar un trato especial para la compra de aviones o lo triste que resultó su convocatoria para hacerse de pilotos y sobrecargos.

La presión para cumplir con un cronograma político generó que los administradores de la línea aérea tuvieran que recurrir a una empresa que ahora se hace llamar SAT Aero Holdings para que posibilitara la puesta en marcha de la línea aérea, incluyendo conseguir los aviones.

El Padre del Análisis Superior no fue el único que advirtió sobre la reputación de esa compañía francamente desconocida. En los últimos días se ha hecho pública una presunta denuncia de esa línea en contra de Mexicana de Aviación que incluye acusaciones de presiones extralegales.

Mucho más allá del resultado que pueda tener la historia de la demanda por casi 840 millones de dólares, lo cierto es que mal termina lo que mal empieza.

REMATE MEMORIOSO

El PAS considera que es fundamental dejar constancia en esta columna de un onomástico que pasó un tanto desapercibido el lunes pasado. Se cumplieron 30 años de la entrada en vigor de la autonomía de Banco de México, una de esas decisiones que cambiaron radicalmente la fisonomía económica del país.

Con esta decisión se creó un instituto autónomo que ha sido pilar de la estabilidad económica del país. Se dotó a todos los miembros de la Junta de Gobierno de herramientas para cumplir constitucionalmente la misión de preservar la estabilidad financiera por medio de un mandato claro de preservar la estabilidad de precios.

Desde el primer momento se autoimpusieron la meta de una inflación anual de 3% más menos un punto porcentual, una meta que razonablemente han cumplido. El punto más bajo se registró en 2015, cuando gobernaba Enrique Peña Nieto, en que la inflación creció 2.1% a tasa anual.

La autonomía le ha servido a Banco de México para haber tenido una gran cadena de alza en la tasa de referencia, que llegó a un punto máximo de 11.25%, que permitió contener la inflación en un periodo continuado.

Sin embargo, la autonomía no sirve de nada si no está acompañada de personas que estén dispuestas a hacerla cumplir. Todos y cada uno de los miembros de esta Junta han cumplido cabalmente con este papel.

Es de destacar que este gobierno ha postulado a cinco miembros de la Junta de Gobierno: Victoria Rodríguez, Galia Borja, Jonathan Heath, Omar Mejía y Gerardo Esquivel, quien sólo cumplió un periodo.

Hay muchos quienes consideran que Esquivel tiene muy amplias posibilidades de ser el próximo secretario de Hacienda si gana la elección Claudia Sheinbaum. Mucho más allá de sus méritos como economista, parecería que una opción mucho más probable es el subsecretario de Hacienda,  Gabriel Yorio, quien no sólo ha sido un pilar en las finanzas públicas de esta administración, sino que goza de una gran reputación en el sistema financiero nacional e internacional.

Ellos han comprendido que su misión no es apoyar a un gobierno, sino cumplir con el mandato constitucional; el buen resultado no sólo tiene que ver con atender una orden, sino que ha redundado en estabilidad de precios y uno de los mejores sistemas financieros del mundo.

La manera en la que Banco de México ha cumplido cabalmente con su mandato constitucional es un ejemplo de comportamiento, no sólo para otros organismos autónomos, sino para que los gobiernos comprendan que va en su mejor interés el buen funcionamiento de una autonomía. Convertirlos en empleados de una administración los aleja del objetivo para el que fueron creados.

REMATE EMPATADO

Parecería que las disputas al interior del gobierno, en particular en la Secretaría de Agricultura, han llegado a un punto muerto. Como ha señalado el Padre del Análisis Superior, ganó la razón, representada por los secretarios Víctor Manuel Villalobos y Raquel Buenrostro.

A los fanáticos, encabezados por Víctor Suárez (quien no ve al titular de Agricultura como su jefe, sino que se percibe como una cuña), Hugo López-Gatell (quien fue rescatado como asesor presidencial) les dio una promesa bastante lejana.

Se les dijo que el glifosato se podrá seguir utilizando en tanto el Conahcyt descubre un herbicida que sea mejor. La realidad es que el equipo de María Elena Álvarez-Buylla es realmente incapaz de lograr un desarrollo tecnológico de esa magnitud; vamos, se sigue esperando la vacuna Patria.