Macarras de la moral

Hay quienes están escandalizados porque Carlos Cabal Peniche y algunos de los que lo acompañaron en la aventura del Banco Unión han regresado al mundo de los negocios, pública y abiertamente.

Interjet anunció, oficialmente, que Cabal y Alejandro del Valle invirtieron 150 millones de dólares en la capitalización de la línea aérea y hubo quienes se sintieron genuinamente escandalizados por el regreso público (no se alejó jamás del mundo de los negocios) de uno de los rostros más visibles de la crisis financiera de mediados de la última década del siglo pasado: y ahora tratan de usarlo como ariete para enderezar críticas en contra del actual gobierno.

Es un hecho que el Padre del Análisis Superior fue particularmente crítico con la gestión de este hombre en Banco Unión, la cual fue uno de los más grandes detonantes de la última crisis que ha vivido el país, hasta antes del estallido de la pandemia por covid-19.

El PAS cuestionó severamente a este personaje en cuanto a su forma de dirección, la cual llevó a las autoridades financieras a presentar una larga serie de denuncias legales en su contra, mismas que eran el fundamento del análisis superior.

El trabajo del PAS siempre se ha caracterizado por atender no únicamente a fuentes confiables, confirmadas, preferentemente, sino también documentales que, en este caso, incluían la versión del acusado a través de su abogado, el gran Salvador Rocha Díaz, quien ahora descansa en paz.

Dichas fuentes decían que él había huido hacia Australia donde se hacía pasar por un empresario de origen caribeño o que mantuvo una vinculación indebida con la política, incluso reconocida por él, como financiar con cinco millones de dólares la campaña fallida de Roberto Madrazo a la Presidencia de la República.

Sin embargo, hay hechos concretos. Cabal Peniche compareció ante la justicia. Este hombre fue juzgado y a partir de 2009 superó todas las imputaciones que pesaban en su contra.

Si era inocente de las acusaciones que se le hicieron durante el gobierno de Ernesto Zedillo, se hizo justicia; si era culpable, pagó ante la ley. Si la justicia fue ineficaz, no es su responsabilidad.

Quien hoy siga haciendo imputaciones con vista al pasado o con mala intención política, se equivoca. En los noventas se decía que Cabal era el banquero de Carlos Salinas y ahora se dice que es el de la 4T ¿Es en serio?

El PAS cree profundamente en la ley y, por lo tanto, está convencido de que se equivocan quienes quieren seguir juzgando a Cabal por las imputaciones que se hicieron de él en el siglo pasado. La actividad empresarial de este hombre debe ser juzgada por sus hechos de hoy; no por los hechos del pasado y, mucho menos, por los dichos del ayer.

REMATE SOBERBIO

El coordinador de Comunicación Corporativa de la CFE está inventando un nuevo estilo de boletines de prensa que bien podría denominarse adjetiboletines.

El domingo publicó uno que tiene partes que serán los pilares de este nuevo género de comunicación gubernamental: “Con gran desfachatez, el PRI... exhibiendo ignorancia (o malicia) no reconoce…”.

No para en su ataque en contra del partido en el que por décadas militó su jefe, Manuel Bartlett, y escribe: “el PRI fue el principal promotor de la reforma energética que llevó a la CFE a su deliberado debilitamiento (sic) favoreciendo la incursión…”.

Y sigue: “la cínica… obedece a intereses partidistas en tiempos electorales”, ¿cuáles? Por cierto, una de las promesas de campaña del actual gobierno fue perdonarle 11,000 millones de pesos a deudores.

Para acabar: “es perverso e insensible exigir a la empresa nacional sacrificios… Después de años de esta traición…”. Y termina con una pregunta en la que acusa a las empresas privadas de haber saqueado.

Si se tratara de una columna, sería mala porque da pocos datos y más de 12 adjetivos en cinco párrafos. Tratándose de un comunicado a la opinión pública es lamentable porque en lugar de informar a los clientes, saca su rencor.