Recuperación de empleo femenil se queda rezagada; crece brecha de género

CIUDAD DE MÉXICO.- La pandemia de covid-19 trastocó el mercado laboral, en el que las mujeres han llevado la peor parte.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que, de los 5.4 millones de empleos que perdieron las mujeres en abril de 2020 a causa del confinamiento, apenas han recuperado el 53.7% a enero de este año.

En cambio, en los hombres la tasa de recuperación ha sido el 81.6% de los 7.1 millones de empleos perdidos.

Resalta que, en las mujeres, la totalidad de los empleos recuperados ha sido en la informalidad.

Esta situación ha llevado a un mayor deterioro de los indicadores laborales de las mujeres respecto a los hombres, además que han quedado más marginadas del mercado laboral.

En el lapso referido, la tasa de participación, que mide el grado de inserción laboral, en las mujeres bajó 45.1 a 40.5% de la población en edad de trabajar (-4.6 puntos), en cambio en los hombres fue de 76.2 a 73.3% (-2.9 puntos).

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La tasa de desempleo ampliada, que mide a quienes no tienen un empleo ya sea que busquen uno o no hagan pero que están disponible para trabajar, aumentó 7.8 puntos porcentuales en las mujeres, mientras que en los hombres creció 6.5 puntos.

Esta combinación de menor participación y mayor desocupación en las mujeres es reflejo de su marginación del mercado laboral, ya que ahora hay un récord de 5.7 millones de mujeres que en el fondo quieren un trabajo, pero no lo buscan por condiciones ajenas a su voluntad, lo que constituye un desempleo disfrazado para ellas.

En la subocupación, que es la necesidad de trabajar más horas por insuficiencia de ingresos, en las mujeres aumentó 7.6 puntos, pero en los hombres fue 5.9 puntos.

Con esto, ahora las mujeres superan a los hombres en cuanto subocupación, cuando previo a la pandemia era al revés.

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RAZONES

El Banco de México, en su más reciente informe trimestral, explicó que las razones por las que las mujeres han tenido mayor afectación laboral obedecen, en primer lugar, a que la pandemia ha impactado a sectores con alta participación femenina y cuya recuperación ha sido más gradual, como los hoteles, restaurantes, servicios educativos y otros.

Y en segundo lugar, obedece también al incremento en la demanda de cuidados en el hogar, tanto por el cierre de las instalaciones escolares y de las guarderías, como por la necesidad de prestar atención de salud en los hogares, lo que ha impedido a mujeres a salir a buscar trabajo.

URGEN SOLUCIONES ESTRUCTURALES: IMCO

Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), explicó en entrevista con Excélsior que, sí se requieren políticas de reactivación con perspectiva de género para revertir el impacto de la pandemia, que retrocedió la tasa de participación femenina en 15 años.

Pero también añadió que se requieren acciones más estructurales para que la mujer tenga mayor participación en el mercado laboral, y que se plasmaron en su reciente estudio del impacto económico de una mayor participación laboral de las mujeres, que podría incrementar 15% el PIB en 10 años y permitir la incorporación laboral de 8.2 millones de mujeres.

Un primer punto para resolver, según Masse, es el tema de las labores domésticas y de cuidados, que mayoritariamente recaen en las mujeres, y que es el principal factor que impide que las mujeres puedan tener un empleo remunerado.

El sistema universal de cuidados es un punto toral de la propuesta, pues sería un esquema de guarderías para el cuidado de niños y adultos mayores que permita que las mujeres puedan trabajar. Pero añadió que este sistema, que costaría cerca de 100 mil millones de pesos, debe complementarse con un masivo programa educativo que rompa el sistema cultural de que las mujeres son las responsables de las labores domésticas.

Que, en el sistema educativo, en los medios de comunicación, desde el gobierno, se den mensajes masivos de que las labores de cuidados también corresponden a los hombres, y, que esto ayude a quitar ese sesgo de género de que las labores domésticas corresponden sólo a las mujeres”, dijo Masse.

Explicó que esto se debe complementar con que se puedan otorgar licencias de paternidad más amplias (mayores a los 5 días legales) para que los hombres se involucren en la crianza de los hijos desde su nacimiento.

Otra acción que propone Masse para el sector privado es que las empresas tengan métricas sobre cuántas mujeres trabajan, qué posiciones ocupan, cuál es la brecha salarial, y esas mismas características para quienes son madres.

Esto daría una visibilidad sobre la desigualdad de género en las empresas y podría ayudar a mejores políticas de igualdad de hombres y mujeres”, expresó.

Por: Paulo Cantillo