CIUDAD DE MÉXICO.- Lo más probable es que las calificadoras esperen a la presentación del presupuesto de 2020, el 8 de septiembre, para tomar alguna acción sobre la evaluación riesgo crediticio de México, ya que el dato del presupuesto definitivamente es el más importante, afirmó Rodolfo Navarrete, director de Análisis de Vector, Casa de Bolsa.
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Sí creo que lo tengan que esperar, aunque nosotros no esperamos muchas novedades para el presupuesto 2020; creo que van a persistir en la idea de seguir generando un superávit primario”.
“Probablemente, van mantener el mismo superávit propuesto para este año de 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) o en todo caso de 0.7 por ciento, lo importante es que haya superávit primario”, abundó.
Sí es un punto importante, aunque también dichas agencias tienen sus propios calendarios específicos, se supone que las calificadoras evalúan la solvencia del gobierno para cumplir con sus compromisos de deuda. Y la primera mirada para ello es al presupuesto. Éste tiene que ser claro en el sentido de que el gobierno va a pagar lo que debe, que va a cumplir con sus compromisos y eso debe estar especificado en el presupuesto.
“Es clave esa presentación del documento del presupuesto, aunque no necesariamente las calificadoras den a conocer de inmediato su evaluación del riesgo del país, muy probablemente darán su opinión y esperarán a sus calendarios para emitir una calificación.
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Obviamente, si el presupuesto no las satisface es muy probable que aceleren ese proceso de calificación”, advirtió Navarrete.
PROYECCIONES
Sobre las nuevas proyecciones económicas de Vector, previó que el PIB crecerá 0.6 este año y el próximo 1.4 por ciento, lo que implica que para lograr la ambiciosa meta propuesta de 4 por ciento se debería crecer a tasas muy altas los siguientes años, dijo.
“Esperamos que este año las tasas bajen medio punto porcentual, probablemente en la reunión del jueves veamos una disminución de la tasa de interés, aunque el mercado no la tiene contemplada, pero creo que todos los elementos apuntan en el sentido de que el banco debería recortar la tasa de interés, aunque la probabilidad de que esto suceda es relativamente reducida”, subrayó.
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Expresó que hay tres elementos muy importantes, el primero es la disminución de inflación la cual está muy por debajo de lo que estimaba el banco central; en julio se ubicó en 3.78 por ciento, es decir, está comportándose mejor de lo que esperaba el banco. El segundo elemento consiste en que la política monetaria mexicana se está tornando muy restrictiva en términos relativos a la política monetaria de Estados Unidos y del resto de países del mundo. Y el tercer elemento es el hecho de la desaceleración económica mexicana, el bajo crecimiento económico interno obedece a varios factores, pero uno de esos factores es la política monetaria muy restrictiva que está aplicando el banco central. Entonces, si va a seguir con esa política, vamos a tener problemas porque vamos a tirar al suelo a la economía