G20 otorgará plazo a las economías bajas para liquidar su nivel de deuda

BRUSELAS.- La principales potencias económicas del mundo acordarán extender el plazo de deuda de los países más pobres, esto como medida de apoyo para la emergencia del COVID-19.

Los ministros de finanzas y los banqueros centrales de los países del G20 dijeron que llevarían a cabo una evaluación para determinar sí era necesaria una nueva prórroga de 6 meses.

En una reunión previa acordaron adoptar un enfoque coordinado para las acciones de la deuda que se tomarían más allá de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI).

La pandemia del COVID-19 ha golpeado con especial dureza a los países en desarrollo y a las economías de mercado emergentes, exacerbando los ya altos niveles de deuda y llevando a un número creciente de países al borde del incumplimiento de pagos.

En el proyecto se decía que la iniciativa DSSI, que ofrecía suspender los pagos de la deuda bilateral oficial de los países más pobres, había facilitado un aumento considerable de los gastos para combatir la pandemia y sus consecuencias económicas.

En el marco de la iniciativa, más de 40 de los 73 países que reúnen los requisitos necesarios han aplazado unos 5 mil millones de dólares en pagos de la deuda, pero esa cifra es muy inferior a los 12 mil millones de dólares que se habrían generado si hubieran participado más países.

Los expertos dicen que un gran problema ha sido la falta de participación del sector privado y el hecho de que China, miembro del G20, no haya participado plenamente con todas sus instituciones estatales, incluido el Banco de Desarrollo de China.

En el proyecto de comunicado se abordaban ambas cuestiones y se instaba a todos los acreedores bilaterales oficiales a "aplicar esta iniciativa plenamente y de manera transparente". Se alentaba enérgicamente a los acreedores privados a que participen cuando se les solicite.

El presidente del Banco Mundial, David Malpass, dijo a un panel que se comprometía a proporcionar suficiente espacio fiscal a los países que se enfrentan a problemas de deuda a través de subvenciones.

Dijo que también era fundamental acelerar las reestructuraciones de la deuda que se necesitarían, señalando que el proceso había durado unos siete años en el pasado.