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El mes pasado, el cierre del gobierno estadounidense y el alboroto del mercado bursátil a finales de 2018 erosionaron por igual la confianza en la economía entre los empresarios y los consumidores.
Ahora que el mercado bursátil ha repuntado y el gobierno se ha reabierto, ¿regresará el optimismo respecto de la economía o la reciente caída es un indicador de un cambio más duradero?
En enero, el índice de optimismo de las pequeñas empresas de la Federación Nacional de Empresas Independientes y el índice del sentimiento del consumidor de la Universidad de Míchigan cayeron a sus niveles más bajos desde al menos noviembre de 2016. Además, durante los meses pasados, el índice de confianza del consumidor de The Conference Board registró su declive más profundo desde 2011.
Esos tres índices habían subido en los meses posteriores a la elección de presidente de Donald J. Trump por el optimismo que generó su agenda pronegocios de reducciones impositivas y regulatorias, pues se creía que desataría el crecimiento económico. El año pasado, los índices llegaron al techo cuando el mercado bursátil se elevó a máximos nunca antes vistos y, a pesar de la baja reciente, siguen siendo niveles históricos al alza.
Los negocios, la gente encargada de formular políticas y los inversionistas suelen usar las encuestas sobre la confianza para evaluar la dirección de la economía.
Si la confianza es alta, se piensa que es más probable que los dueños de los negocios y los consumidores abran sus carteras para realizar compras, contratar empleados y expandir sus operaciones. Si esos mismos grupos están preocupados por el futuro, son más proclives a restringir sus gastos.
Sin embargo, las oscilaciones al alza en la confianza no se traducen necesariamente en un aumento del gasto y crecimiento económico. Por ejemplo, la economía permaneció aletargada durante más de un año después de que la confianza de las empresas y del consumidor se disparó en los meses posteriores a las elecciones de 2016.
Esos índices también son sensibles a los movimientos a corto plazo en el mercado bursátil y a los acontecimientos políticos que tienen pocos efectos en el gasto.
Comienzan a aparecer indicadores de que la confianza está regresando. En una encuesta para The New York Times que llevó a cabo la firma de investigación en línea SurveyMonkey a inicios de febrero, la confianza económica se mostró en recuperación.
La Universidad de Míchigan publica una versión preliminar de su encuesta más o menos a la mitad de cada mes y su informe final cuando este termina. Aunque fue la más baja desde octubre de 2016, el mes pasado, la cifra final mostró un leve repunte en comparación con la versión preliminar, la cual fue publicada durante el cierre del gobierno.
Además, el índice de expectativas financieras personales de la encuesta, considerado un mejor indicador del gasto familiar que el índice general, se mantuvo al alza durante el periodo.
*livm
