La inseguridad frena el bienestar de los mexicanos

CIUDAD DE MÉXICO.- México se ubica en el lugar 55 entre 149 países evaluados en el Índice de Progreso Social, un segundo indicador que mide el bienestar de las naciones más allá del Producto Interno Bruto, además del Índice para una Vida Mejor de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

En el Índice de Progreso Social, México también aparece rezagado, pues no sólo es superado por la mayoría de las naciones que forman parte de la OCDE (salvo Sudáfrica y Colombia), sino también por otros pares latinoamericanos como Costa Rica, Chile, Uruguay, Argentina, Panamá, Brasil y Ecuador.

Las dimensiones en las cuales México aparece peor evaluado son la seguridad personal, en el lugar 122 de 149 países, en el cual indicadores como la tasa de homicidios (lugar 137) y la violencia política y tortura (lugar 109) son los que explican la mala posición del país. La segunda dimensión que más afecta a México es la libertad de elegir, en la posición 86 global, en las que la corrupción (lugar 117) y la tasa de matrimonios entre adolescentes (lugar 109) posicionan mal al país.

Un tercer elemento que perjudica a México es la dimensión de acceso a educación básica (lugar 81), y a su interior, el indicador de calidad educativa en este nivel (lugar 107) es de las peores en el mundo.

En cambio, el país sale bien ubicado en las dimensiones de acceso a la información y comunicaciones (lugar 46), de agua y sanitización (lugar 52), y acceso a educación avanzada (lugar 54), y en este último, destaca que está en el lugar 18 en cuanto a universidades globalmente posicionadas.

El Índice de Progreso Social fue creado por el organismo internacional Social Progress Imperative.

DIMENSIONES

El índice se divide en tres grandes dimensiones que son: Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos de Bienestar y Oportunidades, mismas que incluyen componentes que evalúan diferentes pilares del desarrollo social.

Estas tres dimensiones, a su vez, se dividen en cuatro componentes cada una, y a su vez cada componente se desdobla en cuatro indicadores, razón por la cual el índice contempla 64 indicadores.

El índice nació por la necesidad de una medida integral de la calidad de vida de la población, que al igual que el de la OCDE, fuera independiente de los indicadores económicos como el PIB. No busca reemplazarlos, sino complementarlos, y su propósito es evaluar aquello que realmente importa en la vida de las personas.