La recesión terminó, viene la recuperación

CIUDAD DE MÉXICO.- La hermana pequeña de la economía mexicana, las Actividades Primarias, ha sido quien ha dado la cara por el PIB durante estos meses de terrible recesión económica causada por la pandemia. Los datos más recientes de la actividad económica muestran que el primer trimestre del año, que concluyó hace dos semanas, mostrará cifras débiles aún, y quizá el período aún sea negativo, prolongando la grave recesión económica. Pero el segundo trimestre que recién empieza y, sobre todo, los datos de abril y mayo, mostrarán que la recesión económica ha terminado, y que, en el corto plazo, viene una recuperación explosiva.

Empecemos por los datos más recientes. El dato de enero 2021 del Índice Global de la Actividad Económica, el IGAE mostró una tasa de -4.2 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, extendiendo la larga recesión económica mexicana, la cual probablemente se extienda hasta marzo de este año.

Pero en el interior del IGAE un dato destaca, el de las Actividades Primarias: la agricultura, la silvicultura y la pesca, mostraron una tasa de +3.1 por ciento en el comparativo anual. La agricultura ha tenido tasas positivas en diez de los últimos trece meses, demostrando ser una bienvenida excepción al por lo demás recesivo entorno económico arrastrado por la pandemia.

Las Actividades Secundarias, como la manufactura y la construcción, cayeron 3.7 por ciento en enero 2020 contra el mismo mes del 2019, mientras que las Actividades Terciarias, los servicios, se hundieron 4.6 por ciento en el mismo período, ambos sectores completando trece meses consecutivos de tasas negativas.

Debido al confinamiento forzoso que la zona metropolitana y otras regiones del país sufrieron en enero-febrero, la recuperación económica, que ya venía tomando forma, se interrumpió. Y cuando el INEGI publique las cifras del IGAE de febrero muy probablemente siga siendo negativa.

Los datos de marzo, a su vez, quizá sean negativos de nuevo debido al hecho de que la Semana Santa en 2021 fue observada en ese mes, mientras que en 2020 los feriados cayeron en el mes de abril. Aquí vale la pena una consideración: el confinamiento y el trabajo desde casa hicieron muy difícil el cómputo del IGAE ya en marzo, abril y mayo del año pasado, así que probablemente la comparativa marzo 2020/marzo 2021 esté contaminada con este efecto de medición.

Pero si bien marzo es difícil de pronosticar por los efectos arriba mencionados, y un nuevo dato negativo o un pequeño positivo no nos dirán en realidad mucho, lo cierto es que la prolongada recesión económica mexicana terminará en este mes, abril de 2021, y cuando veamos los datos de este mes, y lo de mayo 2021, estos serán espectaculares.

Cierto, el fin de la recesión económica y los datos espectaculares de abril y mayo del 2021 se explicarán en su mayor parte por la bajísima base de comparación. Las cifras serán cotejadas contra la cima de la terrible recesión disparada por la pandemia, la peor de los últimos ochenta años. Comparada contra ese fondo, los datos de abril y mayo lucirán fantásticos, con algunos sectores, como el de automóviles, presentando crecimientos explosivos, en parte empujados por la fortísima demanda de los Estados Unidos, pero también por el efecto de la base de comparación.

Y justo el sector automotriz nos puede dar base para pensar que las últimas revisiones al alza de muchos analistas, incluida la Secretaría de Hacienda, podrían estar justificadas.

La economía mexicana no nada más parecerá crecer, sino que estará creciendo. Parecerá crecer porque la base de comparación es muy baja. Pero en realidad sí está creciendo porque la demanda por parte de los consumidores estadounidenses, desde autos hasta zarzamoras, desde televisiones hasta aguacates, está fortísima, alimentada por el agresivo ritmo de vacunación que hace que los consumidores estén retomando su vida normal, y saliendo de sus casas luego de un largo encierro, con dinero ahorrado luego de tres inyecciones de subsidios, y con ánimos de recuperar el tiempo perdido en el encierro.

La recesión económica mexicana ha terminado ya, técnicamente. Este mes de abril. Y la recuperación es sólida. La razón es sencilla: el jalón del consumidor estadounidense será de tal magnitud que tirará de la economía local vía el sector exportador, y de allí se trasminará al resto de los sectores, con desigual velocidad y alcance. Pero sin duda la recuperación ya llegó.