Los problemas de la vivienda en México: ¿cómo le voy a hacer?

Su intensidad varía conforme a las características económicas y sociales de cada región de México. Pero actualmente es mucho más significativo. ¿Quién no se ha hecho la pregunta de cómo le voy a hacer para rentar un cuarto solo o de cómo voy a conseguir comprar una vivienda propia? 

En México, este tema se ha venido agravando. Durante la pandemia era casi imposible adquirir un inmueble ya que esta industria fue severamente afectada ante la incertidumbre, situación económica y los esquemas de distanciamiento social planteados por el gobierno mexicano. 

Algunos factores que originaron mayor incertidumbre en la compraventa y renta de inmuebles fueron el incremento del desempleo relacionado con la baja de ingresos de los sectores informales cuyos efectos generaron incumplimientos en las obligaciones de pagos de inquilinos. 

Asimismo, la falta de empleos formales mermó las capacidades para adquirir un inmueble propio dado que las alternativas de financiamiento ofrecido por el Infonavit o Fovissste son para trabajadores en condiciones de formalidad y si bien existen diversas formas para conseguir un crédito, estos dos mecanismos son los más utilizados por la población. 

Para el primer trimestre del 2022 se calculó que la población en condiciones de informalidad fue de 55.2 por ciento de la población ocupada, de acuerdo con información dada a conocer por Inegi. Esto quiere decir, que más de la mitad de los mexicanos no cuentan con Infonavit o Fovissste, por lo que es casi imposible para este sector adquirir un inmueble propio. 

Una de las causas que desincentiva el otorgamiento de créditos en estas instituciones son los altos precios en relación con los ingresos promedio de la población generados por un desequilibrio entre la escasa oferta de viviendas y la elevada demanda. 

Por otro lado, un factor determinante en el futuro será el aumento de la población en zonas urbanas. Se estima que en las próximas décadas México pasará de contar con 384 ciudades actualmente, 961 en 2030. El incremento en la urbanización implica que se tendrá un incremento en las distancias, tiempos y costos de los trayectos, lo que originaria el aumento en las afectaciones medio ambientales y desigualdad socioeconómica. 

Como ya se mencionó, otro de los factores que dificulta el otorgamiento de créditos para vivienda es la informalidad laboral. La población en esta condición se ve desplazada hacia viviendas localizadas en terrenos medianamente accesibles, teniendo a consideración que las ubicaciones de viviendas en zonas mejor localizadas tendrán una demanda formal en el mercado inmobiliario, es decir, personas que tengan acceso a créditos hipotecarios. 

En la zona metropolitana del Valle de México, esto se puede ver actualmente con la población trabajadora que vive en el Estado de México y tiene que laborar en la Ciudad de México, debido a que les es más accesible rentar o adquirir un inmueble en la periferia de la zona metropolitana.

¿Pero por qué la gente quiere vivir en la ciudad de México o en las grandes ciudades? Esto se debe a la necesidad de encontrar mejores condiciones de vida, así como el desarrollo profesional y educativo, o encontrar un trabajo bien remunerado y disminuir el tiempo de traslado. 

Debido a la leve y gradual recuperación económica, las instituciones se han visto optimistas en el otorgamiento de créditos hipotecarios, sin embargo, aún hay retos por superar, uno de ellos es el tema de la inflación, que impacta a los costos de producción de viviendas nuevas, afectando directamente los precios de estas e indirectamente los precios de viviendas ya construidas.

Una de las políticas públicas eficientes que puede desarrollar la administración actual para impulsar una vivienda digna, es priorizar reformas en materia de vivienda y política urbana para reducir el déficit de vivienda que afecta al 35% de la población. 

Algunos países que enfrentan problemas similares han propuesto y ejecutado medidas para mejorar el funcionamiento del mercado de vivienda, tal es el caso de España que ha desarrollado la creación de impuestos adicionales a la propiedad, baldía para su uso en subsidios a la vivienda popular. 

Por último, creo que es necesaria la evaluación de nuevos modelos que impulsen una política orientada al desarrollo urbano más eficiente, así como rescatar viviendas sociales abandonadas con el propósito de vender y crear un estímulo para la regeneración urbana.

Por: Redacción

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